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«Nunca he pensado en la danza como un relleno o un florero decorativo»
Dani Pannullo, coreógrafo, director y maestro de escena
La danza debería ser un vínculo transmisor de emociones.
El teatro del futuro es más físico, donde cada cuerpo, estilo, escuela
o manifestación encierre un misterio que sólo será revelado en escena.
Ésa es la declaración de intenciones del argentino Dani Pannullo,
coreógrafo, director y maestro de escena, que ha desarrollado gran
parte de su carrera profesional en Madrid. Allí fundó la Dani Pannullo
Dancetheater Company, en 1999, con bailarines de varias disciplinas
como el jazz, hip-hop, y artistas de música abstracta, electroacústica
o popular. Mezclar los elementos más dispares es una de las señas de
identidad del creador argentino: danza butoh japonesa con breakdance,
b-boys con derviches, etcétera. Pero, como telón de fondo, las grandes
ciudades, pues su inspiración es eminentemente urbana, aunque gusta de
experimentar con las sensaciones contradictorias del individuos hacia
las megalópolis. Este sábado, su compañía presenta Tiranah, cabaret
hip-hop, en el Teatro Principal, a las 21.30 horas. Teatro, danza y
cabaret, dentro de las conmemoraciones del Día Internacional de la
Mujer, a ritmo del hip-hop de Dnoe.
- ¿En qué consiste el espectáculo Tiranah, cabaret hip-hop?
- Se trata de un espectáculo de género cabaret, con una cantante de hip-hop de origen guineano, Dnoe, y una pareja de bailarines, Itxaso A. Cano y Manuel Martín. Es la versión contemporánea del cabaret, a la que llamo teatro hip-hop. Pienso que el hip-hop es el nuevo ritmo urbano de denuncia. Tiranah es una obra de pequeño formato, de una hora de duración, compuesta por diecisiete escenas.
- Llama la atención que les programen dentro de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
- La cantante Dnoe desarrolla una historia de temas cortos, con un claro mensaje sobre la mujer. Trata la violencia de género, el feminismo, la situación política en la sociedad, pero, también, otros temas más lúdicos. Creo que es un espectáculo muy apetecible, no sólo para las mujeres, sino para todos los públicos. Estamos deseosos de ver cuál es la reacción del público en una ciudad nueva, donde nunca hemos actuado.
- Ha mencionado varias veces a Dnoe, ¿cuál es su importancia dentro del espectáculo ?
- Dnoe es una artista sorprendente. Es una persona con mucho talento y con gran capacidad de improvisación, para quien la puesta en escena es una extensión de su propia vida. Esa energía que desprende la percibe el público y eso, para mí, es muy importante. Creé esta pieza a su medida.
- Tiranah no sólo es hip-hop, también hay danza, ¿qué resaltaría de la parte coreográfica?
- Nunca he pensado en la danza como un relleno o un florero decorativo. Los bailarines también son protagonistas de nuestro espectáculo y, en cierta manera, ayudan a suavizar la bomba que es Dnoe en escena. Itxaso, que, por cierto, es de Pamplona y está especialmente ilusionada con la actuación en San Sebastián, baila un solo en una barra, sobre música de Duke Ellington. Manuel es un duro bailarín de breakdance. Nosotros llevamos esta línea que ahora se ve tanto en televisión.
- En sus trabajos suele mezclar disciplinas artísticas y estilos de danza, ¿cree en la fusión de las artes?
- Prefiero hablar de difusión del arte que de fusión. En mi último trabajo, Desordances_3, el lenguaje principal es la danza de la calle, pero también hay B-boys e incluyo derviches. La gente me pregunta, al principio, que cómo se me ocurre mezclar eso. Luego, muchos me confiesan que ha sido una experiencia fantástica. Existe una magia difícil de definir que hace que todo se acople en escena. Vivimos en un mundo cada vez más globalizado y yo no tengo preconceptos estilísticos.
- Rehuye el calificativo de coreógrafo, ¿por qué ?
- La gente intenta etiquetarme como coreógrafo, pero yo prefiero que me llamen director de escena, eso sí, desde el movimiento del cuerpo. Siempre he enfocado el mundo del teatro como una globalidad.
- La ciudad y los sentimientos encontrados del ser humano hacia ella, es uno de los temas recurrentes de su trabajo.
- Soy un gran urbanita y disfruto en las grandes ciudades. Si quisiera tener una vida más tranquila, viviría en el campo. He hecho un recorrido urbanita que abarca ciudades como Buenos Aires, Tokio, Sao Paulo, Madrid o Los Ángeles. Creo en un teatro físico, que se inspira en las grandes ciudades y que es el espacio en el que, a su vez, se ve.
- ¿Cómo cree que va a reaccionar el público donostiarra ante su propuesta de teatro hip-hop?
- Hace tres o cuatro años, actuamos en el Teatro Gayarre de Pamplona, en una gala, en la que participó esa bailarina superincreíble que es Lucía Lacarra. El público de Pamplona fue especial, pero un poco tímido. No sé qué pasará en San Sebastián. También es cierto que han pasado unos años y que la actitud de la sociedad va cambiando. Dani Pannullo Dancetheater es una compañía multiglobal, en la que cada miembro siente que está en su lugar, en el que la forma de pensar está abierta al humanismo total. Tal vez, el arte sea el último reducto para ver que todos somos humanos y tenemos los mismos deseos y esperanzas.
EL ESPECTÁCULO
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