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«Mi trabajo es para compartir, el arte es un servicio a la sociedad»

Egilea
Iratxe de Arantzibia
Komunikabidea
Diario Vasco
Tokia
San Sebastián
Mota
Elkarrizketa
Data
2011/10/20
Lotura
Diario Vasco
Reflexivo y filosófico, Cesc Gelabert (Barcelona, 1953) habla como si estuviera impartiendo una clase magistral. El artista que cambió la arquitectura por la danza busca comunicar, clarificar conceptos, transmitir parte de su honda sabiduría, una especie de cuerpo doctrinal construido en casi cuarenta años en la profesión. Figura indispensable y totémica de la danza contemporánea en Cataluña, asoció nombre y profesión a Lydia Azzopardi en 1980. Un lustro después, el tándem Gelabert-Azzopardi fundó la compañía homónima. Paralelamente, el creador barcelonés desarrolló una línea de trabajo en torno a la experimentación de solos, llegando a crear para Mikhail Baryshnikov, «esa enciclopedia viviente de la danza». La influencia y homenaje al legado del coreógrafo y amigo Gerhard Bohner -exponente de la danza expresionista alemana, junto a Pina Bausch- marca parte de su trayectoria. Premio Nacional de Danza en 1996, Cesc Gelabert ha seleccionado 'Belmonte' para celebrar los treinta años al frente de su formación.

-Esta tarde, actúa en el Victoria Eugenia donde presenta 'Belmonte', ¿de qué trata la obra?

-'Belmonte' es una abstracción en términos coreográficos, musicales y plásticos del mundo de los toros que utiliza la extraordinaria personalidad de Juan Belmonte (1892-1962) como secreta fuerza de inspiración. Es una obra sobre la relación entre el instinto y la razón, entre la vida y la muerte. Sólo si somos capaces de encontrar y lidiar con el animal que llevamos en nuestro interior, hacemos danza de nuestro movimiento. Juan Belmonte decía que aquello que importa es que la íntima emoción del toreo traspase el juego de la lidia.

-Dicen de Belmonte que cambió la plasticidad del toreo, ¿qué le atrajo del personaje?

-De Juan Belmonte me gustó todo. Sería la Martha Graham del toreo. Cambió la relación de las distancias, toreó muchísimo más cerca, las suertes. Su propia biografía es muy interesante. Me he inspirado respecto a las características y los acentos, no es una ilustración sobre su vida. La obra se divide en cuatro bloques: primero, el solo que refleja el mundo interior del aprendizaje en la oscuridad, la búsqueda personal; segundo, la alegoría del toro y el papel de la mujer como la muerte, la amante, la luna y la Virgen; tercero, la corrida en sí, con sus tercios que representan la relación estructural; cuarto, la muerte, a través de unas imágenes del Nodo en las que se ve a Belmonte, que son citaciones a su vida, guiños a él. La obra se basa en el mundo de los toros y el flamenco. Me interesa la relación entre las referencias culturales, aunque no soy un bailarín flamenco.

-La influencia del coreógrafo Merce Cunningham (1919-2009) en la obra es determinante, ¿qué significó su labor para la danza contemporánea?

-Culturalmente, Merce Cunningham representa un cambio, es una persona simbólica como lo puede ser Ferrán Adriá en la gastronomía. En el mundo de la danza, Cunningham, en los años 50-80, hizo el equivalente a la abstracción de la pintura: lo liberó de la narración, del lenguaje, la convirtió en más geométrica. Significó una visión más liberada del lenguaje, un análisis de las formas yendo a su esencia. En 'Belmonte', el toro es la máxima expresión de la energía, mientras que el torero refleja la geometría casi perfecta. Su unión funciona perfecta cuando se conjugan instinto y razón. Eso va en la línea de Cunningham.

-En su estreno (1988), 'Belmonte' contaba con cuatro toros-bailarines. En la versión para la Bienal de Lyon (1992), ocho, y ahora, seis. ¿Altera el contenido de la obra esta alternancia?

-Originalmente, la pieza se estrenó con cuatro toros, porque no tenía dinero suficiente, pero la versión de ocho es la que más me gusta. Para esta gira, son seis. La estructura no cambia y lo ideal sería poder ir adecuando el número en función del espacio. Para hacer esta gira, hemos partido de la versión de 1992, con ocho bailarines. Entiendo que tiene más potencia.

-Como coreógrafo, Cesc Gelabert alterna piezas de grupo con sus célebres solos, siempre presentes en sus obras. ¿En qué ha evolucionado su solo?

-Se trata de un trabajo paralelo, de laboratorio. Hacer solos es el núcleo duro. No concibo el baile separado del bailarín. Las distintas etapas del ser humano son importantes. Ahora, mi solo es más refinado. Tiene menos fuerza, pero más claridad. Es más preciso, es mejor, aunque no tiene la energía del principio. La belleza de una persona mayor no es menor que la de una persona joven. La relación del bailarín con la edad es compleja.

-Sigue fiel al equipo de colaboradores en la reposición, con la música de Carles Santos, la escenografía de Frederic Amat y su incombustible Lydia Azzopardi.

-Son tres grandes colaboradores básicos. Estoy interesado en la relación de la danza con otras formas de arte. La música de Carles es extraordinaria, muy brillante. La parte estética de Frederic es práctica y directa; es energía esencial.

El año pasado, Gelabert-Azzopardi cumplió treinta años de unión y las bodas de plata del nacimiento de la compañía. ¿Por qué 'Belmonte' para la celebración?

Lydia y yo empezamos en 1980, aunque como compañía con bailarines contratados estamos desde el 85. Son dos celebraciones a la vez y de todas las piezas del repertorio de Gelabert-Azzopardi, 'Belmonte' nos pareció que la más oportuna. Queríamos que fuera una pieza antigua. Esta reposición quiere ser una dedicatoria y un agradecimiento a todas aquellas personas que han colaborado con la compañía y a todo el público.

-¿Cómo siente la recepción del público vasco?

-Tengo muy buenos recuerdos del público vasco. Tiene una empatía natural y una tradición por la danza. Entiendo que mi trabajo es para compartir, el arte es un servicio a la sociedad. La danza es la reina de cuerpo, corazón y mente. Si el público se enfrentara por primera vez a 'El lago de los cisnes', no entendería la historia. Cuando se ve un espectáculo flamenco, ¿alguien pregunta qué significa una bulería?


DATOS

Programa: 'Belmonte'.
Coreografía y dirección: Cesc Gelabert y Lydia Azzopardi.
Compañía: Gelabert-Azzopardi.
Música: Carles Santos.
Escenografía: Frederic Amat.
Lugar y fecha: Teatro Victoria Eugenia, hoy, a las 20.00 horas.
Entradas: 10-16-22 euros.


«Mi trabajo es para compartir, el arte es un servicio a la sociedad»

Celebración. El barcelonés Cesc Gelabert llevará hoy al Victoria Eugenia la coreografía 'Belmonte'.

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