«Me ilusiona bailar en el teatro donde vi un espectáculo de danza por primera vez»

Ocho meses han transcurrido desde que Asier Edeso (San Sebastián, 1986), solista de los Ballets de Monte-Carlo, se quitara la espina profesional de bailar en casa. Fue en el Kursaal, dentro de la Quincena Musical, con la compañía monegasca y un homenaje a los Ballets Rusos de Diaghilev.

Este fin de semana, su retorno a Donostia tiene un sabor diferente. Coincide con los actos conmemorativos del Día Internacional de la Danza, que desde 1982 a instancias de la Unesco, y desde 1996 en Gipuzkoa, se celebra cada 29 de abril. En realidad, es uno de sus protagonistas. Con 25 años, se convertirá esta tarde en el segundo intérprete más joven en recoger el Premio Revelación, que otorga la Asociación de Profesionales de la Danza en el marco de un acto en el que también se reconocerá la dedicación a la danza de la profesora donostiarra Mª Teresa Fagoaga. Mañana, Edeso cerrará la gala del Día Internacional de la Danza junto a su compañera en la formación del Principado, Anjara Ballesteros.

Formación clásica

Formado en el estudio de danza Thalia (1994-2001), la academia Scaena de Madrid (2001-2004) y la Escuela del Royal Ballet de Londres (2004-2005), el bailarín donostiarra debutó como profesional en el Scottish Ballet (2005-2006). De ahí se trasladó al Ballet du Rhin, donde permaneció dos años, antes de incorporarse a los Ballets de Monte-Carlo, en la temporada 2008-2009. Precisamente, dos piezas del repertorio de la compañía monegasca conforman la participación de Asier Edeso en la XV Gala del Día Internacional de la Danza. De esa manera agradecerá el joven intérprete su galardón.

-¿Qué significa que premien su carrera en casa?¿A quién dedicará el galardón?

-Es un reconocimiento al trabajo que he desarrollado como bailarín, y me emociona que la Asociación lo haya valorado. Creo que el premio es tanto mío como de la gente que me ha apoyado a lo largo de estos años. A ellos es a quien se lo dedico.

-Será la primera vez que baile en el Victoria Eugenia, tras su estreno donostiarra el año pasado con los Ballets de Monte-Carlo en el Kursaal.

-Bailar en casa siempre supone una dosis extra de adrenalina, ya sea en el Kursaal o en el Victoria Eugenia. Me ilusiona poder bailar en el teatro donde ví un espectáculo de danza por primera vez.

- ¿Qué piezas va a bailar?

-Voy a bailar 'Daphnis & Chlöe' de Jean-Christophe Maillot y 'El espectro de la rosa' de Marco Goecke. La primera es un paso a dos en el que dos jóvenes se enamoran por primera vez, con todo lo que eso implica: miedos, pudores, incertidumbre. Es una pieza en la que los protagonistas son los pequeños detalles. La segunda es una obra más explosiva, en la que el espectro se manifiesta de una manera enérgica y apasionada, una visión distinta de la coreografía original, en la que predominaba la dulzura y la calidez.

-Ha elegido una pieza de Jean-Christophe Maillot y otra de Marco Goecke.

-Traigo una pieza de Jean-Christophe Maillot, porque es una muestra del trabajo diario con mi coreógrafo habitual. La obra de Marco me proporciona la libertad para expresarme de una manera que sólo bailando puedo.

-Maillot apostó por usted cuando entró en los Ballets de Monte-Carlo. ¿Qué balance hace de las tres temporadas en Mónaco?

- Mónaco ha supuesto un cambio radical en mi manera de apreciar la danza. Estoy aprendiendo y madurando como bailarín y como persona. Esto es precisamente lo que esperaba de mi profesión, y en Monte-Carlo estoy disfrutando de esa oportunidad.

-El Premio Revelación 2010, Jon Vallejo, era compañero suyo en el estudio de danza Thalia. ¿Cuál es la enseñanza que más le ha valido de Mentxu Medel?

-Mentxu ha sido una persona muy importante en mi carrera, ya que desde niños nos contagió la pasión por la danza. De su mano y con su apoyo incondicional, tuve la oportunidad de conocer y adentrarme en este mundo.

- De Donostia, a Madrid con Carmen Roche y, luego, la escuela del Royal Ballet en Londres. ¿Fue difícil hacer la primera maleta?

-La primera vez que salí de casa tenía 15 años y supuso un gran cambio dejar a la familia y amigos y empezar una nueva vida. Tuve la suerte de sentirme acogido por la gente que conocí en Madrid y apoyado por mis seres queridos desde Donostia. La etapa del Royal fue bastante dura y me sentí bastante solo, ya que la gente de la escuela era muy competitiva y no me aceptaron en su círculo. Fue una experiencia en la que aprendí mucho y me hizo más fuerte.

-Debutó en el Scottish Ballet en 2005. ¿Recuerda su primera actuación como profesional?

-Lo cierto es que fue un debut bastante cómico, ya que interpretaba al zapatero de las hermanastras del ballet de 'Cenicienta', y en un momento dado de la pieza, me tropezaba y llenaba el escenario de zapatos. Creo que los nervios que pasaba para que no se me cayeran las cajas antes de tiempo eran de los peores que he tenido en mi carrera.

-Como bailarín, ¿cómo se define Asier Edeso?

-Tengo una formación clásica, aunque mi carrera profesional me ha encaminado a bailar neoclásico y contemporáneo. No tengo ningún problema en experimentar cualquier tipo de estilo que me aporte algo nuevo.

-Tiene 25 años, todavía es muy joven, ¿cuál es la principal meta o logro que se plantea el mundo de la danza?

-Mi meta es seguir trabajando en lo que me hace feliz, y seguir aprendiendo y creciendo todo lo que me sea posible.

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