Dokumentuaren akzioak
«La danza y el 3-D están hechos el uno para el otro»
El cineasta alemán rinde homenaje a la coreógrafa Pina Bausch en un imaginativo documental rodado en tres dimensiones
- Conocíamos su afición por la música, pero ¿ha sido también amante de la danza?
- Inicialmente no. Pensaba que la danza no era para mí 
hasta que descubrí lo que Pina Bausch hizo con esta forma de arte y cómo
 le dio la vuelta por completo.
- ¿Qué es lo que más apreciaba de Pina Bausch, tanto en el plano personal como en su trabajo? 
- Su trabajo me volvió loco. Era lo más emocionante que 
yo había visto sobre un escenario. El estilo de su danza me conmovió 
hasta las lágrimas. Era algo contagioso, física y espiritualmente. La 
primera pieza que vi fue 'Café Müller', y tuve la impresión de que ni 
siquiera toda la historia del cine me había dicho tanto sobre la 
relación entre un hombre y una mujer. Después la conocí y vi que era una
 mujer muy misteriosa, reservada y dulce. Nos convertimos en buenos 
amigos. Pina era un poco como la hermana mayor que nunca tuve.
- Cuando Pina murió, ¿pensó en abandonar el proyecto?
- Para mí era impensable continuar sin ella. Habíamos 
hablado durante veinte años sobre la posibilidad de hacer una película, 
pero no terminaba de atreverme. Sólo cuando apareció el 3-D, dijimos: 
«¡Ahora o nunca!». Los bailarines me hicieron ver que cancelar la 
película era una decisión equivocada. «Los ojos de Pina todavía están en
 estas piezas», me dijeron. «Pina hubiera querido que hicieras la 
película».
- Logra un uso del 3-D diferente al habitual en el cine comercial. 
- La danza y el 3-D están hechos el uno para el otro. Me 
di cuenta de ello en cuanto vi por primera vez una película digital en 
3-D, en el Festival de Cannes de 2007, 'U2 en 3D'. Siempre parecía que 
había un muro entre el escenario y lo que yo podía llevar a la pantalla.
 Con el 3-D sentí que podía romper el muro. Por fin podíamos meternos en
 el reino de los bailarines.
- 'Pina' no es un documental biográfico convencional.
- Pina y yo establecimos dos reglas desde el principio. 
La primera, nada de biografía. Pina no quería una película sobre su 
vida, sino una historia de danza que hablara de ella a través de una 
nueva aproximación, su nuevo lenguaje. La segunda regla fue: nada de 
entrevistas. A Pina no le gustaba hablar sobre su trabajo, y en cada 
entrevista que dio se nota que se sentía como si estuviera traicionando 
su arte. Así que hice un filme casi sin palabras.
Malas críticas 
- ¿Cómo trabajaron en los ensayos?
- No soy coreógrafo, así que no quise interferir nada en 
el trabajo coreográfico que ya estaba hecho. Me tenía que aprender todas
 las piezas de memoria, para saber dónde tenía que poner las cámaras 
exactamente y cómo debía moverlas.
- ¿Intenta llegar a una audiencia más amplia que el colectivo de aficionados a la danza?
- Por supuesto. La hice pensando en todas esas personas 
que, como yo, sentían que la danza no era para ellas. Quería compartir 
con tanta gente como fuera posible lo que yo consideraba una de las 
siete maravillas. En Alemania, Francia, Inglaterra y otros lugares donde
 ya se ha estrenado la mayoría de los espectadores que no habían visto 
nada de Pina se han quedado tan alucinados como yo la primera vez.
- Su anterior película de ficción, 'Palermo Shooting', no tuvo una buena acogida en Cannes 2008. -
 El problema fue que se proyectó el último día del festival y muchos 
periodistas la vieron en su último día de trabajo. Hubo discusiones, 
gritos, y algunos decidieron reír en alto durante toda la película. 
Debían haberse fumado algo, porque no es tan divertida. Al final, hubo 
una pelea entre la mitad de los espectadores que abucheaba y la otra 
mitad que aplaudía. ¡Todas las críticas fueron malas! La película ya 
estaba muerta. Ni siquiera fue malinterpretada, fue rechazada y 
permanece invisible. No me importan las malas críticas, tengo muchas. A 
veces te las mereces. Pero 'Palermo Shooting' ni siquiera tuvo malas 
críticas. Sólo dijeron: «Uf, no podemos con esto». No fue vendida en 
ningún sitio. Sólo la banda sonora tuvo repercusión. He hecho unas 
cuantas películas cuya banda sonora ha sido más popular que la película 
en sí. ¡Pero ya es tarde para cambiar de oficio y convertirme en 
estrella del rock!
    
                             
Wim Wenders rinde un homenaje en 3-D a la madre del teatro-danza, Pina Bausch, que murió en 2009, justo antes del rodaje. :: EL CORREO
Dokumentuaren akzioak
    
  
 
