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«La danza es la forma de conexión más directa entre humanos»

La Quincena presenta el debut donostiarra del Corella Ballet y su creador Ángel Corella al frente

Egilea
Iratxe de Arantzibia
Komunikabidea
Diario Vasco
Tokia
Donostia
Mota
Elkarrizketa
Data
2009/08/20

 

- Primera actuación de su compañía en San Sebastián, con La BayaderaLa Bayadera.
- La Bayadera es una obra que tiene amor, odio, pasión, celos, además de que considero que, de por sí, la danza es la forma de conexión más directa entre los seres humanos. Animo al público donostiarra a sentarse y entrar en un mundo de sueños, donde el espectador es atrapado por una historia en directo. El mensaje de la obra es que el mal karma se vuelve en tu contra, ya que Gamzatti -la prometida- sufre las consecuencias de ordenar matar a Nikiya -la amada bayadera, la bailarina sagrada-.
- Hoy interpreta al valeroso guerrero Solor, ¿cómo enfoca el papel?
- Con más energía vital, ya que me siento más vivo, con más fuerza y más juvenil que hace diez años. Hoy día, hago cosas que no me atrevía a hacer antes. He comprobado que tengo mejor control que antes. El aliciente de bailar con mi compañía es que siento que bailo con mi familia.
- ¿Por qué seleccionó 'La Bayadera' para el gran debut de su compañía?
- La Bayadera es un ballet de cuerpo de baile y la base de cualquier compañía es el cuerpo de baile. Quise demostrar que para crear una compañía se necesitaba algo más que un bailarín famoso. Aunque la compañía lleve mi nombre, no es mi compañía. He perdido dinero, salud y he trabajado una media de 9-10 horas diarias para poner esto en pie. He seleccionado la versión de Natalia Makarova, porque es la mejor, ya que otras finalizan con el Reino de las sombras y se queda la historia a medio contar.
- Ha despertado muchas pasiones encontradas por montar una compañía de clásico en España, en medio de la nada.
- El Corella Ballet ha despertado tanta expectación porque es una compañía creada en el siglo XXI, por un bailarín en activo y joven -tengo 33 años, aunque algunos quieran retirarme ya-, y todo el mundo quiere disfrutar de la novedad. La compañía está formada por unos cuarenta bailarines profesionales. Cuando Natalia Makarova llegó a montar La Bayadera, se giró y me preguntó de dónde había sacado a esos maravillosos bailarines.
- ¿Cuál es el balance que hace del primer año de vida de su formación?
- Ha sido un año intenso, con un trabajo honesto. Un año también, con tanto estrés, porque he bailado como invitado con ABT, más dirigir la compañía; es bonito sentir que existe afición a la danza clásica en España. Me da mucha alegría ver la cantidad de espectáculos y la respuesta del público. También destacaría la energía tan personal y juvenil de la compañía.
- Se ha hablado mucho de un proyecto de compañía clásica, dirigida por su ex maestro Víctor Ullate.
- A Víctor no le deseo ningún mal; ha sido mi maestro, pero como español y como bailarín, no entiendo cómo dar una compañía de clásico a quien nunca ha hecho clásico; aún así, callar y respetarlo. Veo que la situación de la danza en España está mejorando, aunque la situación del apoyo institucional a la danza sigue igual. Es tan importante que la compañía salga adelante [en referencia al Corella Ballet] más por los bailarines que por mí. No se puede dejar morir a una compañía con esta calidad, con una trayectoria tan fuerte en sólo un año, con esta calidad de bailarines. Ahora mi prioridad no es mi carrera, sino mi compañía.
- Se emociona al hablar de sus bailarines, entre ellos se encuentra el donostiarra Ion Agirretxe.
- Ion es un chico extremadamente trabajador, muy inteligente, muy serio con el trabajo, desde el primer día que llegó. Ha dado un cambio espectacular en su manera de entender el clásico. Es muy válido como bailarín y como persona, aunque, a veces, es un poco cabezón consigo mismo, sobre todo, si no le sale algo.
- Va a ser la tercera vez que actúe en el Kursaal y su cuarta visita a San Sebastián.
- San Sebastián es una ciudad que entiende de ballet, una ciudad cosmopolita, cerca de París, con un auditorio fantástico. Siempre he tenido una recepción muy calurosa en el País Vasco. Recuerdo con especial afecto el recital de Ainhoa Arteta, embarazada de ocho meses, en Quincena Musical de 2000. A la semana, dio a luz.
- Con 33 años, ¿en qué momento profesional se siente?
- Me encuentro en un momento de madurez, en el que me sigo sorprendiendo todavía de las cosas que suceden en torno al mundo de la danza en España. Lo mejor es seguir trabajando, poco a poco, y a cada persona y proyecto el tiempo le pone en su sitio. Sigo luchando. La vida es un constante cambio y, a veces, me siento al principio otra vez.
-¿Cuál es el momento de mayor felicidad profesional en su trayectoria?
- Han sido dos: la primera vez que debuté en el Metropolitan de Nueva York y el primer espectáculo de La Bayadera en el Teatro Real de Madrid. Fue impresionante ver la escenografía, los bailarines; me emocioné al ver que lo había conseguido.
- Media vida encima de los escenarios, los principales premios de la danza en su manos, formar su propia compañía, ¿ha cumplido todos sus sueños?
- En la vida, la suerte te la haces tú. Se abren caminos y puertas y creo haber realizado muchos de mis sueños; he tenido gente que me ha apoyado y otros que me han puesto la zancadilla. Tu vida está escrita de alguna manera.
«La danza es la forma de conexión más directa entre humanos»
Ángel Corella encarna a Solor y el donostiarra Ion Agirretxe, al amigo

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