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«Esta edición de dFeria ha sido diversa, positiva y muy contemporánea»
Su director, Norka Chiapuso, destaca la aportación de la escena latinoamericana. «Para el público, es la gran oportunidad de ver otras formas de teatro», asegura
Chiapuso destaca la oferta de Itinerarte,
centrada en el teatro y la danza latinoamericanos, y la importancia de
las actividades paralelas, «que han significado un gran avance respecto
a otros años. A ellas han asistido muchos profesionales y también han
ido bien las dedicadas al público, como las master class,
el curso de cuentacuentos realizado junto a la UPV-EHU o la exposición
fotográfica de Gerardo Sanz. En general, creo que ha sido una feria que
ha funcionado muy bien. También el nivel de la danza ha sido superior
al del año pasado».
La presencia en la feria del teatro latinoamericano
lleva, en opinión de Chiapuso, camino de convertirse en uno de los
pilares de la feria. «Es ya una pequeña ventana al teatro de esos
países. Estamos consolidando ese camino y la vía internacional en
general. Y todo eso lo unimos con el apoyo al teatro y la danza del
País Vasco. Son los tres ejes básicos de la feria».
Adiós definitivo a la calle
Unos 240 profesionales han asistido este año a los cinco
días de Dferia. «No todos son programadores, hay también algún
productor y distribuidores. Las sensaciones que nos han transmitido son
positivas, la gente está contenta. Al reducir el número de funciones ha
sido una feria más asequible, con cuatro espectáculos diarios y sin
representaciones matinales o a altas horas de la noche. Eso, dentro de
lo que suelen ser las ferias, da tiempo a los profesionales a ver
teatro sin demasiados agobios».
El descenso de espectadores de pago se ha notado en las
salas. Todavía no hay cifras oficiales, pero Chiapuso reconoce que ha
podido haber «alguna dificultad en ese sentido». ¿La crisis? «Quizás
sea por eso y también porque la oferta que hemos preparado ha sido muy
contemporánea. La desaparición de los espectáculos en la calle también
se ha notado porque daba color y fiesta a la feria». Esta decisión de
quitar la sección callejera parece definitiva. «Tal y como vienen los
tiempos, es una decisión tomada y se va a mantener su desaparición».
Los espectáculos programados en el Victoria Eugenia son
el núcleo de la programación y en esta edición han sido muy discutidos.
Montajes de años anteriores como el ruso Noche de reyes,
así como la presencia del trabajo de Peter Brook, de Carolyn Carlson o
de Pippo del Bono, habían puesto el listón muy alto en los últimos dos
años. «No creo que este año se haya discutido tanto sobre la calidad»,
apunta Chiapuso. «Las dos funciones teatrales son conceptos
radicalmente distintos entre ellos y respecto a lo que se suele ver por
aquí. Eso es también algo que busca esta feria: mostrar cosas
distintas».
La división de opiniones le parece «saludable» porque
«si todos estuviéramos de acuerdo esto sería gris y plano. El montaje
de los polacos fue un espectáculo radical, es verdad que provocó
división de opiniones, pero éste es uno de los ingredientes que puede
tener una feria de como la nuestra». La programación de dFeria, en su
opinión, se aleja del concepto de festival y «es cada vez más feria,
aunque eso no quiere decir que se renuncie al público, que tiene la
oportunidad de ver cosas que durante el resto del año cuesta traer.
Pero es verdad que hacer la feria tan internacional y contemporánea,
con compañías en su mayor parte desconocidas en España, hace que se
revalorice ese aspecto. Al público tenemos que transmitirle la gran
oportunidad que un evento así supone para conocer otras formas de hacer
teatro. La feria es para el público un evento de oportunidades».
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