Acroindar Un puñado de chicas (y algunos chicos) que bailan y se contorsionan
Egilea
Begoña del Teso
Komunikabidea
Diario vasco
Mota
Elkarrizketa
Data
2010/07/17
- En la danza acrobática uno baila, se contorsiona, se arrastra, se tensa, se gira, se dobla hasta...
-... El máximo posible. Casi hasta el punto de no
retorno. Hasta que sientes que has dejado al espectador KO, impactado,
sorprendido, asustado. Hasta que... te caes.
- No podéis caeros. El espectáculo se iría a pique.
- No, claro que no. Pero la probabilidad está ahí. Y eso
provoca la máxima tensión. Tanto física como mental. Siempre estás
sostenida por alguien o sosteniendo a alguien. Notas cualquier duda del
cuerpo, cualquier temblor. Y sabes que en menos de nada y por nada
puedes caer como un castillo de naipes.
- ¿Qué hay detrás de esa definición de 'danza acrobática'?
- Simple: entre acrobacia y acrobacia, bailas. Las
uniones que haces son siempre bailadas. En nuestro trabajo hay mucho de
ballet clásico, de danza contemporánea, de gimnasia rítmica. Hemos
estudiado clásico y muchas tenemos la carrera de Educación física. Fue
en la universidad donde descubrimos las acrobacias y nos imaginamos
esta historia nuestra. Ah, hace poco se nos han juntado unos cuantos
chicos. Vienen del break dance. Su baile nos aporta fuerza y potencia y
además, son los portadores ideales.
- Portador será el bailarín que os levanta y sostiene, ¿no?
- Justo. Puestas a ser malas, digamos que el break nos
viene bien porque lo bailan chicos que nos levantan con mucho estilo y
fuerza. Para eso están los hombres: para sostenernos.
- Y si en vez de malas fuerais políticamente correctas diríais...
- La verdad: nos gusta bailar con chicos y el break nos
aporta ritmo urbano mientras que la danza clásica hace que nuestras
coreografías tengan elegancia, armonía y dulzura. La contemporánea nos
sirve para que los enlaces entre las figuras, en el suelo o en las
pirámides sean muy originales. Con la gimnasia rítmica trabajamos la
contorsión, la espectacularidad, la figura extrema.
- Se diría que fuerais artistas circenses: redoble de tambores y el público asustado, asombrado, maravillado mirándoos.
- Pero no os tenemos en un ay a lo largo de todo el
espectáculo. De ahí el contraste entre las acrobacias y la danza.
Cuando el espectador piensa que estamos a punto de rompernos nos
relajamos y le relajamos con los enlaces bailados. El público suspira
tranquilo porque ve que no nos hemos roto, que nadie sufre.
- Pero se sufre, ¿verdad?
- En cada uno de nuestros músculos. Y mentalmente.
Piensa además que ensayamos durante dos horas por la noche, cuando
acabamos nuestra jornada laboral. Y la mayoría de nosotras hacemos
trabajo físico, en polideportivos o en colegios como profesoras de
gimnasia o deporte.
- Se imponen unas vacaciones.
- Acabamos de cogerlas.
- Pero el 28 de agosto estáis de vuelta, ¿no? En Hernani.
- En las fiestas de uno de los barrios. Tenemos un
escenario y libertad absoluta. Eso nos gusta. Aunque aceptamos
cualquier historia. Siempre y cuando haya sitio suficiente y el suelo
no sea de piedra. Una cosa es sufrir y otra, desollarte sobre la
gravilla. Hemos actuado en congresos, inauguraciones y hogares del
jubilado. A veces, nos ayuda la gente de Adore jazz. Uno de nuestros
momentos más felices fue el Día Internacional de la Danza, ¡libres en
el escenario del Victoria Eugenia y el Kursaal!
- Que bailéis incluso después de agotaros en el
trabajo, lo entiendo pero, ¿por qué asumís todo ese ajetreo de buscaros
la vida, los contratos, las actuaciones?
- Porque necesitamos que nos vean. Necesitamos enseñar
nuestras coreografías. No nos basta con verlas nosotros en el espejo.
Adoramos el escenario, el público, el espectáculo. Así de simple. Y de
fuerte.
Acroindar ( están remodelando su web: wwww.acroindar.com) llegó muy lejos
en el concurso 'Tú sí que vales' de Tele5. Pero eso fue hace tiempo. Ahora se
cogen vacaciones tras haber actuado en Briones. Próxima exhibición: 28 de
agosto en Hernani. Acroindar lo forman 17 chicas y chicos. Ensayan en un local
mítico de la danza donostiarra: la academia Thalia.