Dokumentuaren akzioak
«En 1960 solo se hacía el carnaval en tres pueblos»
Etnografía
El antropólogo de Bayona Thierry Trufaut comenzó en 1978 a
recoger datos sobre las tradiciones invernales -sobre todo
carnavalescas- de Lapurdi. Ahora ha publicado los materiales de 33 años
de investigación en tres DVDs. El trabajo ha sido posible, en parte,
gracias a la Beca José Miguel Barandiaran de Etnografía, instituida por
Eusko Ikaskuntza, y ha sido publicado por la Fundación que lleva el
nombre del sabio de Ataun.
«Hacia 1960, el carnaval de Lapurdi estaba casi perdido.
Pervivía en Uztaritze, en Ezpeleta y algo en Hazparne. Ahora, todas las
poblaciones celebran el carnaval de nuevo», dijo Trufaut en la
presentación de ayer.
El antropólogo manifestó que el carnaval en Iparralde
«tiene al menos seiscientos años de existencia», pues existe un
documento de 1314 que prohíbe la 'maskarada', y hay otro aún más
antiguo, de 1289, sobre la prohibición de encierros con toros en Bayona.
Hay constancia también de que la Iglesia prohibió el carnaval en Bayona
en 1587.
La obra se titula 'Vers un inventaire des traditions
carnavalesques et hivernales de la provincie du Labourd / Euskal Herriko
Lapurdi probintziako inauteri eta negu ohituren zerrendatze bati
buruz'. Uno de los DVDs recoge testimonios de personas de edad avanzada,
que cuentan los carnavales de su juventud.
Una primera base recoge 40 monografías, una por cada
municipio de Lapurdi, con todos los datos históricos y etnográficos. La
segunda base muestra los aspectos temáticos: calendario, personajes y
trajes, por ejemplo. El investigador ha contado con la ayuda de más de
trescientos informadores.
Según Trufaut, su labor ha sido «un trabajo militante
cultural, muy importante para mí y para todas las personas que trabajan
en favor del patrimonio inmaterial». Precisamente, la intención del
antropólogo es que la obra sirva como base para solicitar a la Unesco
que declare Patrimonio Cultural Inmaterial los carnavales de Iparralde.
Ritual de paso
Trufaut cree que el carnaval «es un ritual de paso del
año viejo al año nuevo, y que hoy en día cumple una función de
«agrupamiento», pues permite «que se junten muchos jóvenes de la
localidad, que de otra manera no coincidirían. Cuando llega el carnaval,
se congregan también los jóvenes que viven fuera del pueblo». Trufaut
relató el caso de una joven que le contó apenada que, después de los
carnavales, tendría que esperar otro año entero para volver a citarse
con los colegas.
Trufaut cree que «se ha perdido mucho la palabra.
Antiguamente había bertsos, tanto para describir cada casa y sus
habitantes como para situar la casa en relación con el pueblo en
general». Pero, paralelamente, en los últimos años el antropólogo ha
constatado una recuperación del uso del euskera. Se utiliza bastante más
que en décadas anteriores: «En los últimos cinco años, ha habido un
avance fenomenal». Y cuando se le preguntó si concibe un carnaval
labortano exclusivamente en francés, respondió: «Es posible».
Entre las enseñanzas que le ha reportado al investigador
toda esta tarea, está la de «mostrar la existencia de una concepción
antigua el calendario, y de rituales vinculados a dicha concepción. Los
datos reunidos demuestran ampliamente que la sociedad tradicional
labortana tuvo necesidad (¡y quizás tenga aún!), al igual que muchas
otras, de marcar el tiempo, de orientarse en él».
Trufaut cree que los carnavales son un rito de paso, y
que sirve para enfrentarse a la desgracia, a la fatalidad: «De octubre a
abril, todas las prácticas costumbristas, festivas y rituales recogidas
se han caracterizado, en gran medida, por la idea de paso, de salto. Se
trata de cambiar de año o más bien de recuperar la primavera y el
verano, más propicios para la vida. Muchos de los datos recogidos
remiten a las prácticas de un mundo campesino, al que el invierno
inquietaba y empujaba a buscar chivos expiatorios. Las múltiples rondas
de protección en el territorio, con dantzaris de ritos mágicos,
favorecían el rechazo a lo desconocido, a las enfermedades, a los
demonios... y atraía la fecundidad y la fertilidad».
Los principales protagonistas, tradicionalmente, han sido
los hombres jóvenes: «El hombre joven soltero es aquí el principal
actor, engalanado por su madre e iniciado por los ancianos. Debe
enfrentarse junto con sus iguales a diversos juegos viriles que permiten
la jerarquización del grupo de jóvenes y les hacen destacar ante las
mujeres. Estas prácticas antiguas fueron muy condenadas por el clero
católico hasta los años 60. Los curas se empeñaron durante mucho tiempo
en prohibirlas o en utilizar su influencia para reducir su importancia».
«Una de las motivaciones principales es vivir la cultura
vasca en su territorio, ¡además en una época el año sin turistas!», ha
dejado escrito el antropólogo.
Como botón de muestra, en el libro publicado a modo de
resumen de los materiales de los tres DVDs, Trufaut ha incorporado el
testimonio de un joven músico de la localidad de Itsasu, y que se llama
Jokin Irungaray.
Según relata Jokin, primero se juntan el sábado a las 9
de la mañana en el gaztetxe Goxoki, y «hay una gran camaradería». Luego,
delante de cada casa, ofrecen las danzas de rigor. Después se entona la
canción dedicada a la dueña de la casa. «Generalmente ellas se sienten
molestas por esa formalidad». A veces las escenas son algo
desagradables: «En algunos casos hemos ido demasiado bebidos y hemos
entrado en casa sin cantar ni bailar», confiesa el joven. Pero nunca
pasó nada grave. Era carnaval.
PERTSONAIAK
Kaskarotak
Mutil dantzariak: Garai batean, herriko
mutil ezkongabeak ziren dantzariak. Nekez aritzen ziren gizon ezkonduak.
Apaingarri asko eramaten dituzte soinean. Praka eta ator txuriak izaten
dituzte, eta gerriko zabal gorria.
Neska dantzariak
Aldaketa berria: Orain dela 30 bat urte,
Claude Iruretagoiena eta Thierry Trufaut-en ekimenez batik bat, neskak
hasi ziren parte hartzen inauteri-dantzetan. Askotan, loreak eramaten
dituzte buru aldean.
Bandera ria
Frantziakoa eta ikurrina: Aspaldiko
argazkietan Frantziako bandera darama pertsonaia honek. Baina Tillac-ek
Kanbon egindako marrazki batzuetan, 1920ko hamarkada bukaera aldera, bi
banderak ageri dira jadanik.
Kotilun Gorria edo Marika
Poliziarena egiten du: Geldialdi
bakoitzaren ostean, pertsonaia hau arduratzen da berriz ere taldean
ordena jartzeaz eta hurrengo ete aldera abiarazteaz. Maskara gorria
darama, aurpegia guztiz estaltzen diolarik, eta praken gainean gona.
Uztaritzen eutsi zioten ongien pertsonaia honi.
Besta Gorria
Kaskoan loreak: Pertsonaia honek ere
maskara gorria darama aurpegian. Praka txuriak daramatza eta, buruan,
txapela eta loreak. Ezpata ere izan ohi du, eta kutxatxoa bildutako
diruaren-tzat.
Ponpierrak
Binaka beti: Ponpierrak binaka ibili ohi
dira beti. Badirudi pertsonaia hau berriagoa dela, geroago sortua.
Maskara gorria darama eta, maskararen gainean, kolore askotako
apaingarri luze bat. Ainhoan badaude antzeko bi pertsoana, bata gorria
bestea berdea, 'polixinelak' izenekoak.
Makilaria
Trebea: Makila bat astintzen du jira eta buelta, abildade handiz. Ez da herri guztietan izaten.
Jaun eta Anderea
Iraganari begira: Gizon gaztea eta
emakume gaztea, beti besotik helduta. Beti dotore jantzita, baina
aspaldiko arropez. Ez dira herri guztietan izaten.
Zanpantzar
Surtara: Izena era askotara esaten eta
idazten da: Saint Pansart, Zanpanzart, Zanpantzar... Funtsean, arropa
zaharrez eta lastoz egindako panpina da. Festa bukaeran su ematen zaio.
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