«Aprendimos en la calle porque no nos aceptaban en las escuelas»

Mohamed Belarbi, profesor de "Breakdance"

-¿Cómo surgió Vagabond Crew?



-La formación nació a partir del colectivo The Family, que quedó cuarto en el Battle of the Year de 1999. Por discrepancias con la dirección decidimos crear Vagabond Crew. Nos juntamos tres primos y empezamos a bailar nuestras propias coreografías.



-¿El break-dance nació en la calle o esto es un tópico?



-Nació en la calle en los años setenta. Era una forma de expresarse en la que, además de la danza, se daban cita el teatro, la música o los graffittis.



-En su caso, ¿dónde empezaron a bailar?



-En la calle. No teníamos ningún otro sitio en el que practicar. La forma de bailar, de expresarnos y de vestirnos no estaba aceptada por las escuelas de baile. Ahora es diferente, porque se está introduciendo el 'breakdance' en las escuelas. Nosotros no tuvimos esa suerte y lo aprendimos todo por nuestra cuenta. Es una disciplina artística muy dura. Requiere mucha preparación.



-Hay quien cree que el 'breakdance' consiste sólo en una serie de movimientos más o menos habilidosos.



-Nuestras coreografías mezclan el movimiento y lo ensamblan con el ritmo. Lo único que nos diferencia de los gimnastas es que ellos realizan movimientos, mientras que nosotros ejecutamos los pasos a ritmo de hip-hop.



Como un montaje teatral



-Sin embargo, algunos de los concursantes han bailado al ritmo de la música clásica.



-Una vez que aprenden los movimientos, pueden adaptar para su espectáculo la música que ellos crean más conveniente.



-¿Se esperaban ser reconocidos como 'el mejor show' de 2002 en el Battle of the Year?



-Es un paso más en una carrera que continuará por ese mismo camino.



-En la actualidad recorren los escenarios con su espectáculo 'Chienne de vie' (Perra vida). ¿Sorprenderán a su público?



-Es un montaje diferente a las actuaciones habituales. Se trata de un espectáculo con coreografías, vestuario e iluminación propios de un montaje teatral. El Festival de la Villette, en París, nos premió con la Palma de oro.



-¿Por qué dedican el espectáculo a las clases sociales más desfavorecidas?



-El hip-hop no era algo reivindicativo, pero nosotros hemos estado muchos años en la calle, trabajando con todo tipo de personas. Queremos animar a esa gente de la calle a que sigan y a que no se crucen de brazos porque en la vida se pueden hacer muchas cosas.



-Aunque son parisinos, casi todos proceden de países muy diferentes.



-Así es. Nos une es el 'estado de espíritu'. Es decir, todos vamos en una misma dirección. Nuestra finalidad no es ganar dinero, sino hacer bien lo que hacemos. Aquellos que únicamente pretenden ganar dinero, no tienen cabida en el grupo.