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A vueltas con las mutildantzas
El día de Santiago al mediodía 21 personas, de ellas 11 mujeres, salían a bailar las mutildan-tzas en la Plaza de los Fueros de Elizondo. La aparente normalidad sin embargo no era tal, porque a la tradicional cita faltaban muchos. De hecho, hubo años que en ese mismo lugar bailaban hasta 80 hombres. Muchos lo habían dejado para esa misma noche. Dos mutildantzas Mientras a las diez de la noche de nuevo se baila la mutildantza mixta en la Plaza, desde hace unos años los hombres organizaban una mutildantza en el Parque de la Ikastola donde bailan sólo ellos. El grupo Plazara Dantzara, que defiende el derecho de la mujer a participar en todos los ámbitos de las fiestas y sobre todo, a bailar la mutildantza, ya había avisado de que participarían en «cualquier mutildantza que se organizara en un lugar público». Y así ocurrió el viernes por la noche. Unas tres o cuatro mujeres, entre ellas la alcaldesa de Baztan y una concejala, acudieron al Parque de la Ikastola y los hombres optaron por suspenderla. Se trasladaron hasta otro lugar, a donde les siguieron y finalmente no se celebró. En un jardín privado La noche siguiente los hombres se volvieron a reunir, pero en este caso lo hicieron en un lugar privado, en el jardín de la Casa Vergarenea, propiedad de la pintora Ana Mari Marín. La que fue la primera mujer concejal en el Valle de Baztan y la primera alcalde jurado defiende las tradiciones y considera la mutildan-tza una de ellas. Así que, mientras en la cercana Plaza de los Fueros se celebraba la mutildantza mixta, en Vergarenea más de 50 hombres celebraban la suya, seguidos por más de 600 personas dentro y fuera del jardín, que mostraban su agrado porque se llevase a cabo. El hecho se volvía a repetir el domingo y el lunes, con más de 70 hombres bailando el último día de fiestas, acompañados por unas 500 personas y 100 hombres y mujeres participando en el zortziko final. Ayer, desde Plazara Dantzara, explicaban que para ellos «quienes quieren privatizar la mutildantza lo hacen para marginar a la mujer boicoteando la dantza oficial» y dicen que «no se puede admitir que los agresores pasen a tener el papel de víctimas». Piden que «tal y como hemos trabajado estos últimos días en auzolan hombres y mujeres, bailemos igual todos juntos». Zikiro Las fiestas se despidieron el lunes con un zikiro jate en el frontón del Pilar, en vez de en el Parque de la Ikastola, en previsión de las lluvias, en el que participaron 550 personas. El popular asado de cordero a las brasas fue elaborado desde las ocho de la mañana por la habitual cuadrilla de Zugarramurdi, formada por Txomin Amorena con su hijo Benito, Beñardo Jaurena, Pedro Mari Kamino, Jon y José Mari Bengoetxea, Severo Galarregi y el elizondarra Benito Elizagoien. Banda y Gigantes Mucho éxito tuvo como siempre el concierto del domingo de la Banda de Música Recreo de Elizondo en la Plaza de Mariano Izeta. Y la novedad de este año la ofreció la comparsa de gigantes y cabezudos, con un grupo de diez niños y niñas que bailaron una réplica de los gigantes Enrique II de Albret y Margarita de Orleans, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, pero a tamaño reducido. Aimar Maya, Gaizka Biela, Beñat Biela, Enaitz Goñi, Iraitz Mendiburu, Olaia Mendiburu, Julen Alegre, Kaiet Iribarren, Mattin Maritorena y Ekai Maritorena salieron con los gigantes pequeños por las calles. Mutildantza. En el jardín privado de Vergarenea se han llegado a reunir más de 70 hombres para bailar.
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