Parece que fue ayer, cuando el grupo montañés Beti Lagun decidió crear Larratz Dantzari Taldea en Burlada, un grupo de danzas que “difunde y transmite el folklore de nuestro pueblo” desde 1976. 46 años de trabajo, ilusión e historia.
Por motivo de la pandemia, el grupo no pudo festejar el 45 aniversario, por lo que este año, en octubre, alrededor de 100 dantzaris celebrarán el hito de forma informal. A ritmo de la música, los miembros de Larratz visitarán los distintos bares de Burlada. En definitiva, será un evento donde distintas generaciones volverán a unirse por una misma pasión: las danzas.
En 46 años de trayectoria, Larratz Dantzari Taldea ha padecido continuamente relevos, en los cuales los veteranos han sido los responsables de inculcar los valores y los objetivos del grupo a los nuevos incorporados, hasta que en un momento dado, los que algún día fueron aprendices se convirtieron en maestros. “Al principio, sentí vértigo cuando me di de cuenta que ahora iba a ser yo quien guiara al grupo, pero con el apoyo de los compañeros así como de otras generaciones todo ha sido mucho más fácil”, afirma Edurne Itiña, la dantzari en activo de Larratz Dantzari Taldea.
“Por la cantera que tenemos auguro muchos años a Larratz”
Actualmente, el grupo operante lo componen los adultos y los 50 txikis. Estos últimos se dividen en tres por franja de edad para ensayar todos los viernes en los espacios públicos que les cede el Ayuntamiento de Burlada. En la pandemia, la pista deportiva de Hilarión Eslava se convirtió en pista de baile. Ahora en cambio, ha sido la Casa Cultura de Burlada quien les ha acogido.
Y luego se encuentran los veteranos, las personas que han pasado por Larratz Dantzari Taldea pero que ya no bailan de forma activa. De vez en cuando se juntaban para celebrar encuentros de dantzaris o aniversarios, hasta que la pandemia apareció. Durante esos dos años, la actividad se frenó de forma frenética, y retomarlo “fue muy duro”. La mayoría de “nuestras coreografías superaban el número de personas que se podían juntar en un mismo espacio, dificultando así la creación de nuestro repertorio”. Un conjunto de obras que no se visibilizaron hasta que festejar y viajar fue una opción. “Dentro de lo mal que pasamos, me quedo con que nadie se desencantó” de esta actividad que se imparte de forma gratuita, puesto que “consideramos que es nuestra labor difundir nuestras cultura”.
Buscando la máxima fidelidad a la danza original en sus representaciones, Larratz Dantzari Taldea recorre numerosos pueblos de Euskal Herria así como otros en el Estado y fuera de este -Tarragona, Toledo, Santander, Vigo, Murcia, República de Libia, Francia Italia o Portugal-. “Es una paliza viajar en autobús hasta Italia para bailar mañana y tarde, pero compensa, porque el vínculo que creas con los demás compañeros es familiar”, reconoce Itiña, mientras confiesa las ganas que tiene de retomar la normalidad.
El pasado 24 de junio el grupo recuperó las fiestas de San Juan y ahora piensan actuar en la Plaza de los Fueros en Sanfermines y en Burlada, “quien nos vio crecer por lo que entendemos que tenemos que servir a la localidad que nos alberga y nos apoya”. También acudirán a Bizkaia donde se celebrará un encuentro internacional. “Tal como están las cosas ahora, por las ganas que tiene la gente de volver a retomar el baile y por la maravillosa cantera que tenemos, auguro muchos años a Larratz Dantzari Taldea”, sentencia.