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“Esperamos dejar este legado a la juventud vasca”
Juan Antonio Urbeltz recibe la Medalla de Oro de Gipuzkoa por su contribución a la danza tradicional
El antropólogo y folklorista Juan Antonio Urbeltz recibió ayer la Medalla de Oro de Gipuzkoa 2015 de manos del diputado general, Markel Olano, que aseguró que gracias al trabajo del homenajeado y de su mujer, Marian Agirre, “la danza vasca es hoy en día un patrimonio más valioso y vivo que nunca”. Urbeltz, que a mediados de los años 60 inició un revolucionario trabajo de recuperación de las danzas tradicionales de Euskal Herria, confió en ceder su legado a la juventud vasca.
La ceremonia de entrega tuvo lugar en Donostia y comenzó en el exterior del palacio foral, donde dantzaris de Navarra y Gipuzkoa bailaron una ezpatadantza y realizaron un ezpata-arku en honor de los homenajeados. Agirre acompañó en todo momento a su marido y a Olano, también cuando la comitiva se dirigió a la puerta de honor de la Diputación para ser recibida por los miembros del Consejo de Gobierno.
Acto seguido, el salón del Trono acogió un acto institucional que propició momentos de gran emotividad. Las palabras de laudatio fueron pronunciadas por el escritor bajonavarro Antton Luku y por el antropólogo Ander Manterola, mientras que el diputado general definió a Urbeltz como “un magister generoso que, como antropólogo y etnógrafo, como folklorista y coreógrafo, revierte lo recibido, y lo hace en forma de una perspectiva de la cultura vasca contemplada desde la danza”. Markel Olano explicó que el trabajo de Urbeltz y Arregi ha permitido “conocer lo que tenemos”, haciendo frente al desconocimiento general y “a la gran cantidad de tópicos que inundaba el mundo de la danza”.
En su discurso, el galardonado recordó su condición de navarro pero mostró su “agradecimiento” a Gipuzkoa y a los guipuzcoanos. “Habéis dado forma a mi persona”, aseguró Urbeltz, que nació en Pamplona en octubre de 1940 pero se instaló en Donostia dos meses después. Además, recordó a las personas y referentes que han marcado su trayectoria, entre quienes citó a Jorge Oteiza -un “segundo aita” para él-, a Juan Ignazio de Iztueta, a Joxean Lizarribar y, sobre todo, a su mujer y compañera de investigaciones, Marian Arregi.
“Espero que la labor realizada sea un legado para los dantzaris del pueblo vasco, tanto aquí como para los dantzaris de América, Australia, Filipinas y China; un legado que sea estudiado, rebatido, analizado. Y sobre todo esperamos dejar este legado a la juventud vasca, para que puedan mostrar al mundo una parcela de la cultura que les pertenece”, deseó Urbeltz.
El acto concluyó con el canto de Mitxel Bedaxagar y con una sokadantza en la que participaron el diputado general, Urbeltz, Arregi, su hijo Beñat y los miembros del consejo de gobierno.
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