Dokumentuaren akzioak
2.000 dantzaris reivindican los bailes tradicionales en Barakaldo
La cita anual del Euskal Herriko Dantzari Eguna reúne, bajo la lluvia, a 57 grupos en la ciudad deportiva de San Vicente
Ni siquiera la lluvia
y el fuerte viento reinantes deslucieron el espectáculo, plagado de
colorido. La jornada comenzó bajo una tromba de agua. Al son de un
centenar de txistularis y gaiteros -con la banda municipal al frente-,
los 'gigantes' del grupo Laguntasuna interpretaron los acordes de un
vals.
Todos los dantzaris bailaron al unísono. A continuación,
representantes de Euskadi, Navarra y el País Vasco francés fueron
pasando uno a uno por el improvisado escenario. Todos ellos aguantaron
el tipo, aunque se vio más de un resbalón. «Es difícil mantener el
equilibrio sobre hierba tan húmeda», explicó el dantzari bilbaíno Aitor
Martín.
Fandangos, jotas, la danza de los arcos, 'makil-dantza'
Las variantes fueron innumerables. Y también las vestimentas, aunque
ciertas prendas son comunes a todos. La txapela, el traje blanco y el
pañuelo atado a la cintura no faltan en la indumentaria masculina. En
las féminas, las faldas largas marcan el uniforme. Pero eso no impide,
en cualquier caso, que cada grupo tenga su estilo propio. «Nosotros
parecemos guerreros para interpretar más fielmente la 'ezpatadantza'
(baile con espadas)», explicó Gontzal Etxebarria, de Legazpi.
Feria y romería
El
Dantzari Eguna de Barakaldo no consistió exclusivamente en una
exhibición de bailes tradicionales. En la cita organizada ayer por
cuatro grupos locales y por la Euskal Dantzarien Biltzarra también tuvo
cabida una feria de folklore. Catorce puestos expositores de artesanía
se instalaron en el parque de San Vicente para dar a conocer prendas,
instrumentos y otros objetos tradicionales. Además, en el mismo
escenario tuvo lugar una comida popular.
Para cerrar la cita
anual de los dantzaris se celebró una romería con el grupo Luhartz. El
cielo concedió una tregua y, al final, los participantes no tuvieron
que regresar a casa antes de lo previsto. Ahora comienza la cuenta
atrás para el próximo Dantzari Eguna. «Es un trabajo que cada día es
más difícil, porque nos encontramos con muchas trabas», se lamentó
Iñigo Couto, uno de los representantes de la organización.
Dokumentuaren akzioak