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117 vueltas a la Kutxa en honor a sus padres
El día había amanecido lluvioso, pero para la tarde no había rastro de mal tiempo y sí sol, tanto en el cielo como en el espíritu de los hondarribitarras, sobre todo de los que viven con devoción el día de Santiago.
Este jueves se cerró el círculo que se había abierto hace casi un mes en otro día especial, el de San Pedro, con la elección de la joven que debía llevar la Kutxa. Siempre es alguien de familia arrantzale y en esta ocasión el orgullo correspondió a Ainara Aramendia, que supo de su nombramiento cuando estaba de vacaciones en Tanzania.
Al contrario de lo habitual, la protagonista del día de Santiago no pudo empezar a ensayar en el arranque del mes de julio, sino que lo tuvo que hacer a partir del día 10, cuando regresó de sus vacaciones. La merma de jornadas de ensayo no pareció influir en su desempeño, ya que llevó bien el arcón que pesa, contando los libros de cuentas y varias alhajas que lleva dentro, dieciocho kilos. En los ensayos había llevado sobre su cabeza hasta veinte.
A las seis de la tarde partió desde La Hermandad la comitiva, formada por directivos de la Cofradía de Pescadores, armadores, patrones, autoridades, txotxuas, la Banda de Música interpretando 'Okendori', pasodoble del leridano Ramón Roig i Torné, y, cómo no, la protagonista de la jornada.
Todos ellos, aplaudidos por el numeros público congregado en las aceras, se dirigieron hacia la parroquia, en cuya sacristía Ainara pudo dejar momentáneamente la pesada caja, que antiguamente se utilizaba como urna en las votaciones para elegir al Abad Mayor de la Cofradía.
Después de leer las cuentas de la Cofradía y las capturas de pesca del pasado ejercicio, la comitiva reanudó la marcha camino al punto de salida. En este caso la Banda de Música hacía sonar 'Bajo la doble águila', melodía de Josef Franz Wagner que siguió sonando cuando se llegó al destino.
Quince minutos y 117 vueltas
Visto lo visto este jueves, no será mala la próxima, ya que Ainara Aramendia dio nada menos que 117 vueltas. El número corresponde a «la suma de la edad de la ama y del aita», según explicó al poco de acabar. También aseguró que este jueves fue «genial. Tenía altas expectativas pero incluso se han superado, estoy muy contenta». Su tarea de portar la Kutxa la llevó «muy bien, sin problema en ningún momento. Como que sentía que la caja pesaba menos».
No pudo evitar emocionarse varias veces, entre ellas cuando llegó de vuelta a La Hermandad y vio a familiares y amigos. «Vas dando las vueltas y puedes ver a la gente y es una gozada ver que todo el mundo te está animando y aplaudiendo».
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