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«En el Biarritz Junior es donde me he desarrollado como bailarina»
La donostiarra Irma Hoffren estrena 'Lur sagar', su última participación preprofesional
Se trata de la primera vez que Dantzaz-Ballet Biarritz
Junior (BBJ) actúa como compañía en el Victoria Eugenia, «un teatro
emblemático y una ocasión especial por ser un estreno y porque es la
primera vez que actuamos con nuestro programa como Ballet Biarritz
Junior», asegura la joven bailarina. Paradójicamente, también será su
último estreno con la compañía de la que ha formado parte desde 2005. A
partir de septiembre, la intérprete donostiarra debutará en el Joven
Ballet de Lorraine, en la localidad francesa de Nancy. «La compañía
está compuesta por treinta bailarines y su director es Didier
Deschamps. Tiene un repertorio muy variado. Me parece interesante y
esta experiencia me va a enseñar muchísimas cosas y voy a poder bailar
profesionalmente».
También es momento para hacer balance de su paso por la
compañía preprofesional. «He aprendido muchísimo. Sobre todo, a bailar.
En la escuela estás dentro de una caja donde te enseñan qué está bien
en danza; cuando sales, puedes romper las reglas y crear tu propia
personalidad bailando. Esta experiencia me ha dado tablas sobre un
escenario. Aquí es donde he desarrollado mi personalidad como
bailarina», señala. En este sentido, ratifica la importancia del
aprendizaje realizado en una compañía preprofesional. «A mí me ha
servido muchísimo. El año que viene, tengo contrato en el Ballet de
Lorraine. Un ballet junior te enseña el paso de la escuela a la
profesión. Te enseñan a bailar, te pulen...Yo tenía muchas ganas de
salir, de conocer cosas nuevas, y, aunque me da mucha pena, ir a Nancy
es una oportunidad», asegura la joven intérprete donostiarra.
Elogios a Malandain
La relación entre Dantzaz-BBJ y su hermano mayor, el
Ballet Biarritz, ha permitido a los miembros de la joven formación
trabajar con el director y coreógrafo Thierry Malandain, de quien Irma
Hoffren destaca «su humanidad y el trato exquisito con los bailarines».
Aunque no echa de menos una obra del creador francés dentro del programaLur sagar
que estrenan hoy, reconoce que «Thierry nos ha dado la oportunidad de
trabajar profesionalmente». También ha tenido la posibilidad de
intercambiar conocimientos en el I. Encuentro de Junior Ballets, Trans
Danz, el pasado abril. «Urtzi Aranburu nos enseñaba a pensar más en
bailar la coreografía que en otras cosas. El trabajo con Hilde Koch fue
muy interesante, pero muy corto. Con quienes tuvimos más relación fue
con los miembros del Ballet junior de Toscana, que eran muy
profesionales. Lo daban todo en el escenario y anteponían la modestia
ante todo. Con la gente de Cannes y Ginebra tuvimos poco trato, pues
trabajaron en Biarritz», recuerda.
Apuesta contemporánea
Atrás quedan sus años de formación, iniciados con Mentxu
Medel en Donostia y completados en las escuelas de Carmen Roche en
Madrid y María de Ávila en Zaragoza. Esta noche y mañana, la actuación
de Irma Hoffren tendrá sabor a pronta despedida. Afronta «con mucha
motivación» su próximo debut en el Joven Ballet de Lorraine, una
compañía «con un trabajo completamente diferente» porque «no me
interesa bailar clásico; como base, está muy bien, pero soy una
bailarina contemporánea».
Toda una declaración de intenciones con la que finaliza
Irma Hoffren, intérprete donostiarra, que pronto se sumará a los cerca
de sesenta bailarines vascos en el extranjero.
EL PERSONAJE
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