Montajes eclécticos y callejeros

Si Le Temps d'Aimer la Dance, el festival de danza de Biarritz, se convirtió el año pasado en una gran fiesta por su vigésimo aniversario, la edición de este año, que se celebrará en la ciudad francesa entre el 9 y el 18 de septiembre próximos, recoge la esencia de lo que el festival ha perseguido en estas dos décadas: eclecticismo, espectáculos para todo tipo de públicos y una mirada abierta a coreógrafos emergentes tanto como a compañías consagradas de todos los rincones del mundo.

"Realmente, representa todo lo que hemos querido mostrar en este tiempo", explicó ayer Thierry Malandain, responsable artístico del festival y director del Centro Coreográfico Malandain Ballet de Biarritz, durante la presentación en San Sebastián de las principales líneas de una muestra que atrae desde hace años a muchos vascos.

El programa, que incluye montajes desde el flamenco al hip-hop procedentes de países de cuatro continentes, no solo se ha centrado en compañías reconocidas como el Ballet de Montecarlo o la Compañía Nacional de Danza de Noruega, que abrirá la muestra, sino también en talentos emergentes. "En momentos de crisis hemos querido dar una oportunidad a gente con valor artístico y humano que de otra forma tienen complicado darse a conocer", señaló Malandain.

El festival, que ofrece un panorama global de la danza actual, contará con menos representación de ballet clásico que otros años ya que la actuación que la Ópera Nacional de París ofrecerá el 28 de octubre en Biarritz ha permitido que la muestra se vuelque con las compañías contemporáneas.

Le Temps adquiere en esta edición una relevancia especial fuera de los teatros, ya que se quiere convertir las calles en un punto de encuentro con el público. "La gente puede estar perdida con tanta oferta de espectáculo, pero les vamos a dar la oportunidad de descubrir cosas variadas", adelantó Yvonne Pochelu, directora de Biarritz Culture, la entidad que organiza la cita.

Los espectáculos callejeros pretenden además ayudar a jóvenes coreógrafos todavía no conocidos. De los artistas emergentes, los responsables destacaron la tendencia de algunas compañías de ofrecer una visión social y política que trasladan a la escena, como es el caso del grupo israelí Yuval Pick.

Además, la organización ha querido ofrecer actuaciones diversas que van desde espectáculos que reinterpretan cómics, entre ellos los protagonizados por Mafalda o Lucky Luke, barras de ballet instaladas junto a la playa y colaboraciones como la del departamento de imágenes de la videoteca de Biarritz, que en esta ocasión ofrecerá un espectáculo que suma el vídeo y la danza.

En un guiño a los avances de las nuevas tecnologías, los responsables de la muestra destacaron la posibilidad de comprar las entradas a través de Internet (www.letempsdaimer.com) e imprimirlas en casa.