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La Fiesta Vasca de Villanueva de Arakil

Egilea
Joxemiel Bidador
Komunikabidea
Diario de Noticias
Tokia
Pamplona
Mota
Kronika
Data
2002/09/22

Dirigía la sociedad una junta de siete miembros que era además la encargada de elegir de entre sus socios al presidente, secretario y tesorero. Podían formar parte de la sociedad todos los navarros o residentes en Navarra que lo desearan, debiendo pagar una cuota anual mínima de seis pesetas. Quedaban exentos de pagar esta cuota los socios colaboradores que se comprometían a trabajar en las labores que la junta les asignara, como la organización de las fiestas anuales que la sociedad realizaba en diferentes localidades.

Había además socios honorarios y socios protectores, como los ayuntamientos de Urdazubi o de Tudela. La primera junta estuvo formada por Genaro Larratxe, el que fuera alcalde de Pamplona y presidente del Consejo de Administración del Diario de Navarra, Domingo Beunza, el capuchino y escritor vasco Dámaso de Inza, Gerardo Valcarlos, el sacerdote y profesor de euskara del seminario de Pamplona Miguel Intxaurrondo, el director del diario carlista El Pensamiento Navarro Miguel Espartza y el director del Archivo de Navarra José María Huarte.

Entre sus miembros podrían citarse, además de a Campión, al pintor luzaidarra Enrique Zubiri, al obispo Mateo Mugika, al canónigo Luis Goñi, a los médicos Fermin y Aingeru Irigarai, al periodista José Agerre, al profesor de la escuela agrícola Pablo Artxanko, al abogado tudelano José Joaquín Montoro, a los industriales Carlos Eugi y Pedro Ezkurdia, al prior de Roncesvalles Fermín Goikoetxea, al archivero Jesus Etayo, al director del Orfeón Pamplonés Remigio Mugika, al ex presidente de la Diputación Lorenzo Oroz, al párroco de San Lorenzo Marcelo Zelaieta... El objeto de Euskeraren Adiskideak consistía principalmente en enseñar, sostener, fomentar y extender el euskara, procurando además el resurgimiento de las costumbres, diversiones y deportes tradicionales. Para ello, y entre otras actividades, la sociedad organizó infinidad de Fiestas Vascas por toda la geografía navarra, siendo la primera de todas la celebrada en Auza el 13 de noviembre de 1925, cuando la asociación contaba tan sólo con un mes de vida.

La Fiesta Vasca

Para el 11 de septiembre de 1927, y aprovechando que las fiestas patronales, las tradicionales mezetas, se celebrarían los anteriores 8, 9 y 10, los amigos del euskara organizaron la Fiesta Vasca en la localidad de Villanueva de Arakil. Según recogía la prensa de la época, la fiesta dejó un buen sabor de boca entre los hiriberritarras, ya que hacía mucho tiempo que en el pueblo no se veían actividades como las dispuestas por Euskararen Adiskideak para la ocasión, por lo que gracias a ello, se pudieron resucitar costumbres que permanecían en el olvido.

En cualquier caso, el cronista del Diario exageraba un mucho, y se le veía aún más el plumero, cuando agradecía a la sociedad su trabajo con estas palabras: "Loor sea a Euskeraren Adiskideak por su labor tan meritoria, tan patriótica, tan castiza y que el éxito más brillante corone sus esfuerzos en todos los pueblos, orientando a nuestra juventud mal dirigida y nada vigilada. Así conseguirá que las fiestas de los pueblos sean como en mejores tiempos ocurría, un tiempo de expansión para todos, chicos y grandes, niños y ancianos, porque para todo había alegría, y no como ocurre en la actualidad, salvo honradísimas excepciones, en que a falta de verdadera alegría en nuestras fiestas reina en la juventud la locura del carnaval, en los padres el sonrojo y la vergüenza, en los ancianos el llanto de la pérdida de las sanas costumbres y en los niños el mal ejemplo de sus hermanos mayores". ¡Y es que hay cosas que nunca cambiarán!

Comenzó el día con las dianas que interpretó por las calles de Hiriberri Fermín Escudero, txistulari del vecino pueblo de Ihabar. A las diez de la mañana se celebró solemne misa en euskara cantada por el párroco local Blas Aierra Inda, ayudado por los párrocos de Irañeta y Satrustegi Marcelo Garciarena y Miguel Lizasoain, y con la participación especial de 50 orfeonistas de Pamplona que interpretaron diversas piezas en euskara bajo la dirección de Remigio Mugika.

Este Aierra, que antes más había sido párroco de Zugarramurdi y estaba en Hiriberri desde 1912, ya había mostrado anteriormente su aprecio por la lengua vasca al publicar en 1914 una obra de contenido doctrinal dirigida a los padres y madres católicos, Euscaldun guratsoen arguiya edo cristau doctrina euscarazcoen esplicazionea Euscal Erriaren onaren deseyuz, librito de 130 páginas impreso en la pamplonesa de Nemesio Aranburu. Tras la misa, la mañana fue animada con varios partidos de pelota de aficionados y con carreras pedestres, resultando vencedores Tiburcio Cartujo, Andrés Etxeberria y Eugenio Arbilla.

La celebración vespertina estuvo amenazada por una persistente langarra, por lo que hubo que adelantar los actos del programa. Se volvieron a jugar partidos de pelota, esta vez entre la pareja local formada por los hermanos Arbilla García y la formada por los hermanos Escudero del cercano Ihabar. A continuación los ezpata-dantzaris de Aldatz encabezaron la kalejira que recorrió el pueblo y que paró en las casas del primer teniente de alcalde del valle Julián Irigoien, del alcalde local Eustaquio Arbilla, del párroco Blas Aierra, y de los vecinos Justa Matxinandiarena y Joaquín Hita.

La última y más importante función del programa fue el concurso de ingurutxo que se desarrolló en la plaza central del pueblo. Comenzó el acto con dos alocuciones dirigidas al numeroso público congregado. Primeramente tomó la palabra el nuevo presidente de Euskeraren Adiskideak, el médico leitzarra Bernardino Tirapu, que pronunció un discurso en euskara en el que alabó las excelencias del idioma navarro y de las costumbres vascas.

Seguidamente se pudo escuchar a Genaro Aniz, quien en castellano realizó una intervención en términos similares a la de Tirapu. A continuación los ezpata-dantzaris de Aldatz realizaron los bailes de su repertorio, y el Orfeón Pamplonés interpretó una selección de canciones vascas. Finalmente, y sin más dilaciones, se dio comienzo al concurso de ingurutxo, tradicional danza social de una gran parte de Navarra, que ya para entonces se encontraba en franco retroceso, y de la que en la actualidad su ejemplo más representativo pudiera ser el de Leitza.

El primer grupo participante fue el de Ihabar, compuesto por ocho parejas ataviadas con un traje hecho para la ocasión de falda blanca con franjas encarnadas, corpiño rojo y gran pañuelo blanco al cuello las chicas, y camisa blanca, pantalón mil rayas, txapela negra y alpargatas blancas los chicos. Siguiendo a los de Ihabar interpretaron su ingurutxo cuatro parejas de Hiriberri, a las que siguieron los grupos de Arruazu e Irañeta, integrados también por cuatro parejas cada uno. Resultó ganador el conjunto de Ihabar, premiándose además especialmente a una pareja de Irañeta.

Así mismo se sorteó un gorrín entre los cuarenta dantzaris, correspondiendo la suerte al irintarra José Lakuntza. Finalizó el acto con un ingurutxo general para todo el que quisiera bailar. En la actualidad ya no se baila el ingurutxo en Hiriberri, pero como consecuencia directa de aquella Fiesta Vasca de 1927, la juventud de Ihabar ha recuperado y mantiene en perfecto estado su ingurutxo.

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