Día grande al compás de las Mutildantzas

El veterano Félix Mena inició el tradicional baile, en el que participaron desde niños hasta mayores. Un numeroso público asistió a la plaza después de la misa por su patrón

Un saludo con la boina iniciaba las mutildantzas. El público, expectante, llenaba por completo la plaza del Ayuntamiento, al igual que había abarrotado la iglesia una hora antes. Algunos, sentados en las gradas, y otros de pie, se agruparon para no perderse detalle. Los abanicos se movían sin cesar para apaciguar el bochorno que reinaba en el municipio. En medio del círculo, dos txistularis ponían ritmo a los bailes. Las palmas y los chasquidos de los dantzaris acompasaban también el baile. Frente a las gradas, varios invitados observaban sentados desde el kiosco el espectáculo: el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz; el consejero de interior, Javier Caballero; el portavoz de UPN, García Adanero; el alcalde de Elizondo, Rafael Olaizola; la alcaldesa del Valle de Baztán, Virginia Alemán; el subinspector jefe de la comisaría de Elizondo, Iñaki Cía, y otras autoridades.

Hasta el final Cinco bailes pusieron a prueba la energía de los participantes, que se incorporaban o retiraban a medida que conocían o desconocían una danza, no por cansancio. Villancico , Añorraundi , y Ainarsume eran los nombres de algunas de estas mutildantzas. Mientras que en el primero llegaban a estar cuarenta muchachos, sólo trece se atrevieron con otra danza. Sin embargo, Félix se mantuvo fiel hasta el final, demostrando que le sobraba energía a sus 71 años. Aunque no tiene ninguna favorita, reconoce que algunas danzas son más difíciles que otras: "El primer baile tras el saludo ha sido el más complicado, porque los pasos eran difíciles de manejar. También la última es cansada porque es la más larga", aseguraba este veterano.

Aunque la mayoría iban ataviados con camisas blancas y pantalones oscuros, no es una condición obligada. Sí que se pedía que "por respeto a nuestras tradiciones, se cuidase el aspecto exterior". Pero ser chico y conocer las danzas son realmente los requisitos básicos para participar. "Es una mutildantza, baile de muchachos. Es un baile popular sólo para hombres, jóvenes o incluso críos. Es una tradición que yo creo que hay que respetar, no es machismo", explicaba Félix. Mena comenzó a bailar a los diez años. Aprendió "bailando, no hay otra forma. Ves cómo bailan otros, la forma que tienen de dejar que baile el cuerpo", explica este dantzari. Gracias a su veteranía, logró contar con el honor de abrir las mutildantzas a partir de 1997, siguiendo los pasos de Mariano Izeta.

Entre otros dantzaris, se hallaba un bilbaíno de cuarenta años llamado Kepa Lázaro. Puesto que su mujer es elizondarra residen ahora en el pueblo, y hace cuatro años se animó a formar parte de esta tradición. "Es una costumbre de aquí, que forma parte de su cultura y que deben mantener. Es muy bonito y, además, coincide con la festividad de Santiago", comentaba este bilbaíno.

El broche final a este baile tan típico en el valle de Baztán lo puso un zortziko, con el que los dantzaris se despidieron hasta el año que viene.

Una antiquísima tradición

Mutildantzak significa danza de muchachos. Los jóvenes bailan en un corro abierto y en sentido contrario a las agujas del reloj. Éstas danzas eran propias de jóvenes solteros, aunque los hombres casados también las bailan, así como los niños. Por contra, la participación de las mujeres es nula. Tradicionalmente, estas danzas se bailaban en días festivos y en reuniones del valle. Ocasionalmente también se bailaban en celebraciones que surgían de algún trabajo vecinal o evento especial, y siempre de manera espontánea. El repertorio coreográfico es muy antiguo: de ahí que los pasos sean muy sencillos, aunque de múltiples combinaciones. Asimismo, los nombres de las danzas aluden a temas del ámbito rural, relacionados con animales y, sobre todo, con aves. En total, el repertorio alcanza diecinueve bailes distintos. Todas son conocidas, pero no se bailan las diecinueve en la misma sesión festiva. La mutildantza sólo se baila en el valle de Baztán, pero forma parte de un grupo más amplio que se denomina dantza-iantziak, que se baila en los territorios históricos vascos de Francia y en la villa de Luzaide, en Navarra. >d.n.