Yebra y Amatriain ofrecen la versión «auténtica» de 'El lago de los cisnes'

El lago de los cisnes' del Ballet de Lituania es, en palabras de Alicia Amatriain (Odette), «una de las versiones más clásicas, la rusa, la auténtica». Acostumbrada a representar un papel más moderno y «con un final muy trágico», el imaginado por John Cranko para el Ballet de Stuttgart, la donostiarra alaba la versión tradicional, que cumple 130 años.

«Ni como profesora»

Será la segunda vez que Amatriain actúe en el País Vasco -lo hizo el año pasado en su ciudad- y la primera en Bilbao. «Hay muchísimos bailarines vascos y españoles en compañías extranjeras y nos cuesta años bailar en casa», explica. A ella, en concreto, más de una década. En el otro lado de la balanza se sitúa Igor Yebra, más habituado a trabajar en su tierra, incluso de profesor de su propia escuela de danza.

Alicia lo ve más complicado. «Si volviera, tendría que dejar de bailar», afirma. «No quiero quedarme siempre en Stuttgart», reconoce, pero colgar las zapatillas no es una opción. Ni siquiera como profesora. «Yo no me veo dando clases. Soy demasiado perfeccionista y sería demasiado dura con los niños... Es que lo fueron conmigo», se ríe.

El año pasado fue Premio Futuro en Essen (Alemania) y Premio Revelación de la Asociación de Profesionales de Danza de Guipúzcoa. Demostrará sus razones al lado de Igor Yebra, una figura internacional con la que «es muy fácil entenderse y que además tiene un carácter fantástico».