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Una mujer protagonizará por primera vez la 'Kaxarranka' de Lekeitio

La dantzari del grupo Etorkizuna, Ane Maruri, asume «nerviosa» el reto de interpretar mañana un baile único en Euskadi que data del siglo XV
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El Correo
Tokia
Lekeitio
Mota
Albistea
Data
2022/06/28
Lotura
El Correo

Ane Maruri se subió al arcón en el Dantzari Eguna' celebrado en Zamudio. /a. m.

Ane Maruri se subió al arcón en el Dantzari Eguna' celebrado en Zamudio. / a. m.

Un antes y un después. La celebración del día de San Pedro mañana en Lekeitio no será una más. La dantzari Ane Maruri pasará a la historia. La joven de 26 años se convertirá en la primera mujer en interpretar la 'Kaxarranka', un baile único en Euskadi originario de la villa costera con el que los arrantzales honran al patrón de su cofradía. Sustituirá a Asier Uskola, que ha protagonizado este acto de enorme simbolismo durante las dos últimas décadas y que se encuentra lesionado. El objetivo de Maruri no es romper ninguna tradición centenaria, sino ayudar a conjugar pasado, presente y futuro, historia y actualidad. Profesora de educación especial en una ikastola de Markina, la intérprete del grupo Etorkizuna está más que preparada para el reto. Baila al ritmo del txistu y tamboril desde los seis años.

No obstante, a medida que se acerca el momento reconoce estar cada vez «más nerviosa». «Es una gran responsabilidad, porque sé que es muy importante para Lekeitio y para mi y cada vez siento más presión», reconoce. Además, «no hace mucho que estuve con ciática y espero que no me afecte», confesó a EL CORREO.

La expectación creada es máxima. Y es que durante los últimos cincuenta años, solo dos hombres se han subido al arcón portado por remeros y en las últimas ediciones también por chicas de Isuntza Arraun Elkartea. Pedro Murelaga, lo bailó 33 años hasta el 2003. Después tomó el relevo Asier Uskola, que llevaba 19 ediciones y, aunque todavía no se planteaba dejarlo, una lesión en la pierna ha precipitado que este año se convierta en un espectador más.

Una lesión ha precipitado la baja de Asier Uskola, que se ha encargado de la danza durante las dos últimas décadas

Ni los ciudadanos, ni los arrantzales, ni las autoridades municipales han mostrado el más mínimo reparo a que una mujer coja la chistera y el banderín rojo bordado con las llaves de San Pedro para cumplir con el repertorio de una costumbre de gran valor cultural que se remonta al siglo XV y que los lekeitiarras viven con mucha intensidad. Todo lo contrario. Las chicas ya habían pedido paso y por primera vez la protagonista del día llevará nombre de mujer. «Desde nuestro grupo de danza, nos inclinamos más a que lo bailemos a relevos, es decir, que cada año lo interprete el dantzari más preparado, bien sea chica o chico», explica Maruri.

«Fui la encargada de bailarlo en la última edición del Dantzari Eguna en Zamudio y de ahí que vuelva a interpretarlo ahora. Pero en Lekeitio y en San Pedro es una responsabilidad enorme», recalca la protagonista.

Aurresku femenino

La primera representación de la 'Kaxarranka' tendrá lugar hacia el mediodía frente a la figura del santo en la pequeña ermita del puerto. Bailará sobre un arcón que supera los cien kilos de peso y de sólo 40 centímetros de ancho que portarán ocho jóvenes, cuatro a cada lado.

Ane Maruri ofrecerá el repertorio clásico de tres piezas; un 'zortizko', 'fandango' y 'arin arin' para trasladarse a continuación a la explanada frente a la cofradía. La última actuación tendrá lugar en la plaza, aunque los más impacientes han podido ver los ensayos previos que ha realizado estos días en los vídeos que han recorrido los grupos de WhatsApp del municipio. «Sé que es un momento muy importante e histórico y que se ha generado mucho interés porque son unos días muy sentidos por todos», reconoce.

Con este acto, Lekeitio simboliza el cambio del mayordomo que se encargaba de velar por los bienes y documentos donde se detallaban las ganancias de los pescadores de todo el año y que se guardaban en el baúl. «Es el mismo arcón de antaño, que se cuida con mucho esmero, sobre todo su tapa, para que el dantzari no tenga miedo de resbalarse», detallaron desde la cofradía.

Como colofón, las mujeres del mismo grupo de danzas Etorkizuna bailarán un aurresku femenino, una pieza única recuperada en 1975. Lo interpretarán entre ocho y doce chicas que, a su vez, sacarán a otros tantos hombres de entre el público.  

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