Sólo para amantes de la danza

Crítica cine, The company

Se muestra como una esforzada bailarina de ballet clásico y danza moderna en una de esas descripciones acerca de la dureza, esfuerzo y sufrimiento que supone mantenerse en una compañía estable de danza, en este caso el Joffrey Ballet de Chicago. La segunda, su director, el veterano Altman, para el que no parece que existan territorios intocables en su carrera y que demuestra su exquisito gusto a la hora de abordar el arte desde el arte. La tercera, la ruptura con el clásico enfoque de agresivo descontento de los directores de ballet, impregnados aquí de un raro positivismo.



El planteamiento elegido resulta lo más parecido a un documental en el que si bien se urde una tenue trama personal, sólo como hilo conductor pero sin la más mínima intención de contar algo, el protagonismo único y exclusivo está en la danza, en lo que se monta y representa, en sus formas de expresión y en su perfeccionismo, en las emociones y decepciones que provoca, como interpretación de la imaginación de su autor. Y es aquí donde la película se hace selectiva. Sólo los amantes y conocedores de la técnica de esta faceta artística podrán apreciar si hay valores que destacar. A mí se me escapa, reconozco mi ignorancia para valorar lo que se muestra mas allá de la plástica y la estética que Altman sabe retratar con cariño y elegancia, con belleza. Por no saber, no puedo decir si Campbell baila bien, pero parece que sí.