«Siempre me ha gustado arriesgar en la danza»

-¿Cuál considera que ha sido el logro más importante que ha conseguido la Escuela de Danza Contemporánea?

-Aprecio que somos cantera de formación de muchas profesoras, que tras permanecer mucho tiempo con nosotras, después llegan a buscar un empleo en el mundo de la danza. No quiero decir nombres porque me olvidaría de mucha gente, pero por la escuela han pasado muchas chicas que han trabajado en musicales, en otras escuelas y siguen participando en variados espectáculos o dan clases de zumba.

-¿Cuesta mucho coordinar a tantas personas para poner en marcha una coreografía?

-Montar una coreografía requiere un trabajo previo, y los ensayos semana tras semana, y año tras año hacen que todo fluya con naturalidad. Tratamos de unir el espectáculo a un determinado acontecimientos. En el caso de estas fiestas de este año no podía faltar algo relacionado con el ascenso del Eibar. Sin embargo, no todo el trabajo queda reducido a los veinte minutos del espectáculo, ya que los pasos diseñados servirán también para otras citas del grupo. Son pruebas que nos sirven para ver el resultado entre la gente.

-En estos 20 años, han sido innumerables las coreografías que han exhibido

-Sí, efectivamente. Me gusta arriesgar en este mundo de la danza. Me lanzó hacia nuevas variaciones. Hace 20 años nadie unía la gimnasia con la danza. Los resultado están ahí. La música y la danza integran a muchas personas, las unen y acercan.

-¿Cuál es la coreografía que mayor recuerdo guarda?

-Guardo un recuerdo especial de una representación sobre la empresa Alfa, a pocas fechas del derribo de esta fábrica. Había una carga de nostalgia, emotividad y mucha pena. Constituyó un gran reto en sí. 

Nerea Lodosa. / FÉLIX MORQUECHO