EN Berriz hay afición al baile”, asegura Odei Arrizabalaga, miembro de Iremiñe Dantza Taldea, que junto con San Lorentzo Dantza Taldea, hoy recogerá uno de los galardones de la sexta edición de los Dantza Tradizionalaren Esker Onak por mantener vivo el patrimonio que supone la dantzari dantza. “Siendo una danza de la localidad nos gusta bailarla”, confirma Karmelo Angiozar de San Lorentzo.

Iremiñe Dantza Taldea agrupa a más de 50 niños.

Iremiñe Dantza Taldea agrupa a más de 50 niños. IREMIÑE DANTZA TALDEA

Y este conjunto de bailes forma parte de su repertorio desde los inicios de ambas entidades. “El grupo San Lorentzo se llama así porque se fundó en el barrio del mismo nombre. Alejandro Aldekoa y algunos más se juntaron el 10 de julio de 1942, día de San Cristóbal, y se propusieron bailar el día del santo del barrio toda la dantzari dantza. Y lo consiguieron”, subraya Angiozar, quien recuerda que su grupo “ensayaba en la carretera que va a Markina” porque quedaba delante de la casa del fundador. Un poco más tardío, en 1969, fue el inicio de Iremiñe que “se llama así porque los chavales ensayaban en una campa con ese nombre. Se juntaban allí porque había un bar al lado y tras el ensayo se iban a tomar algo”, reseña Félix Arrizabalaga, quien metió el gusanillo de la danza a su hijo Odei.

Odei Arrizabalaga y Karmelo Angiozar expresan el “orgullo” de bailar la dantzari dantza.

Odei Arrizabalaga y Karmelo Angiozar expresan el “orgullo” de bailar la dantzari dantza. PABLO VIÑAS

El poder representar la dantzari dantza completa es un “orgullo” para estos vecinos, que consideran que “somos afortunados” de contar con dos grupos de danzas. Esta tradición continúa muy viva ya que “se baila en las once ermitas de Berriz y en las fiestas de San Pedro y Santa Isabel”, comenta Karmelo que bromea con que “ahora cuando es la inauguración de un sitio, siempre hay un dantzari. Antes iba el cura”.

El que la dantzari dantza salga adelante de manera correcta y que todos los pasos sean ejecutados de manera precisa necesita de la colaboración indispensable de un txistulari. “Puede que vaya a haber un problema a nivel general por la falta de txistularis”, coinciden Odei y Karmelo. De hecho, “en la dantzari dantza se nota si el txistulari ha sido dantzari” por como “marca los ritmos”. Uno de los mejores profesores de la comarca fue el recordado Alejandro Aldekoa que enseñó tanto el baile como la música. “Era un maestro y seguía el ritmo de los dantzaris”, destaca Félix.

Desde la generación que impulsó en 1942 San Lorentzo Dantza Taldea hasta hoy, los vecinos de Berriz han valorado de manera muy positiva el folklore y las danzas tradicionales. “Es un orgullo bailar el día de San Pedro en la plaza”, defiende Félix que pone el énfasis en las visitas de otras agrupaciones culturales a la localidad. “Vino un grupo mexicano que tenía dos actuaciones en Toledo. Entre una y otra tenían un descanso y decidieron acercarse a Berriz. Y nos dijeron que actuando en Toledo, aunque tiene mucha más población que Berriz, no había ido tanta gente a verles. Cuando vienen grupos flamencos, siempre se llena”, subraya. Sobre el éxito de este patrimonio cultural se posiciona en la misma línea Karmelo aunque con algunos matices. “Es una tradición la misa y los dantzaris en las once ermitas de Berriz. Como siempre se ha visto de manera tan natural, mucha gente no lo valora”, desliza.

 

La buena salud que viven las danzas en la localidad de Durangaldea contrasta con la que hay en otros municipios cercanos. “Es curioso cómo pueblos que están tan cercanos como pueden ser Zaldibar y Berriz haya tradiciones tan dispares. En Berriz hay una tradición terrible de danzas y se valora. En cambio, Zaldibar tiene otras cosas”, comenta Odei Arrizabalaga. Esa satisfacción que le produce que Berriz “junto con Iurreta y Garai” tengan grupos con relevo y muy numerosos no se contagia a toda la comarca. “Cuando hacemos el Gerediaga Eguna, donde nos juntamos las banderas de la mancomunidad, Berriz suele llevar entre tres y cuatro grupos y quitando a esos dos municipios, el resto suele tener problemas”, indica Karmelo. Esa diferencia es tan notoria que Iremiñe Dantza Taldea cuenta en la actualidad con unos “50 chavales” mientras que en San Loren-tzo Dantza Taldea hay en torno a “40 jóvenes” que salen a las plazas con este conjunto de bailes. “En fiestas te salen unos siete u ocho grupos solamente bailando la dantzari dantza”, admite Karmelo Angiozar, quien confía en que la “afición por las dantzas” se transmita a más generaciones.