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Rafael Amargo presenta hoy en Donostia su espectáculo más íntimo y personal
El bailaor Rafael Amargo está aprendiendo «que solo
también se baila» gracias a su último espectáculo 'Solo y Amargo', un
montaje minimalista e íntimo que le está proporcionando «una calma y una
evolución emocional que no tenía».
Sobre las tablas, el bailaor granadino estará solo por
vez primera: «sin artificios», en un espectáculo «directo al corazón»,
un «maratón» de casi dos horas que no cuenta una historia concreta
sino que recorre los distintos palos del flamenco más significativos
para el artista.
Seis músicos y dos cantaores
Juan Parrilla repite una vez más en la dirección
musical del montaje, en el que junto al bailaor sólo hay 6 músicos y dos
cantaores. «Lo que la gente quiere es buen cante, buen baile y buena
música. Este es el espectáculo que debería hacer cualquier artista»,
aseveró Amargo.
La actuación de esta noche se inicia con una clásica
farruca bailada «solo a guitarra, recordando el porte de maestros como
Antonio el bailarín», y sigue con una soleá de charamuco, una pieza
«rescatada» que apenas se baila ya y que Rafael Amargo interpreta con
dos mantones de manila en homenaje a la parte más femenina del flamenco.
Después llega su 'hit', su gran éxito, su «seguidilla
clásica de toda la vida», que enhebra con una zambra homenaje a la
canción francesa a los acordes del 'Ne me quitte pas' de Jacques Brel.
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