"Pobres bestias" baila con el lado perverso en el Principal

Virginia García y Damián Muñoz proponen esta pieza contemporánea a las 20.30 horas

Tras ganar el Premio Max al Mejor intérprete masculino de danza por su espectáculo Staff, Damián Muñoz sólo podía dar un nuevo paso. Crearse un nuevo reto. El reto se llama Pobres bestias, y es, en palabras de la otra mitad de su compañía, Virginia García, "la obra más poética y paisajista que hemos creado nunca". El Teatro Principal, dentro del Circuito de Danza del Gobierno Vasco -y del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz- acoge hoy a las 20.30 la pieza.

El origen de Pobres bestias, cuenta Virginia García, es "una pérdida de fe en el ser humano. Hemos dejado de movernos desde el corazón y para el corazón". Las bestias que bautizan la coreografía son los dos bailarines, expertos en movimiento contemporáneo, el actor Jorge Fuentes y el cuarteto de músicos que interpretan las composiciones de Enric Montefusco en directo -Oleguer Aimamí, Pere Bartolomé, Imma Lluch y Alex Puig, el Quartet Brossa-, que supone uno de los pluses que ofrece este nuevo montaje del tándem García-Muñoz.

"Sólo había que mirar alrededor", asegura García. "Los artistas tenemos la responsabilidad de reflejar lo que está pasando, y la obra es un reflejo de la sociedad", asegura la bailarina, que pasó un año entero leyendo, documentándose y preparando el texto sobre el que se construyó el espectáculo. La raíz toma sus sustratos en una forma de bailar hip hop típica de los barrios más oscuros de Nueva York, el krump, que se reconvierte en manos -y pies, y torsos...- de la compañía La Intrusa. "Es una danza muy violenta que llevan a cabo las bandas. En vez de pegarse tiros y navajazos, deciden bailar llevando a cabo la gestualidad típica de la pelea", explica Muñoz. Un videoclip de Chemical Brothers, el de su tema Galvanize, hizo aún más popular este estilo de baile.

Pero Damián y Virginia no se rinden al estilo, sino que lo hacen suyo. Convierten sus formas en fórmulas poéticas para la puesta en escena, unas claves que han seguido desde los músicos hasta el actor, Jorge Fuentes, que se ha mimetizado con los bailarines hasta el punto de convertirse en uno de ellos. "Nos ha sorprendido muchísimo porque la idea no era que Jorge entrara en la parte del movimiento", confiesa García. "Pero ha sido muy positivo porque nosotros trabajamos la energía lo cotidiano del gesto, y su participación da mucha credibilidad a la obra", continúa Muñoz.

La compañía que ambos conforman lleva casi quince años combinando la producción de obras propias -de escena y vídeo- con encargos coreográficos y colaboraciones en los más diversos ámbitos. A lo largo de este tiempo, han representado sus coreografías en cerca de una treintena de países, donde también han desarrollado una labor docente paralela.

La conciencia de nuestros actos frente a la perversidad que puede esconder su esencia. Son los dos bailarines conceptuales que se abrazan esta noche sobre el escenario, mediante la cruda y valiente disciplina que ha caracterizado en cada uno de sus trabajos a Virginia García y Damián Muñoz. Las pobres bestias eligen hoy como habitat el Teatro Principal.

El gasteiztarra Damián Muñoz volverá a casa con Virginia García. (EFE)