Pisando fuerte

El bailaor Rafael Amargo presenta en el teatro Arriaga 'Enramblao', «un homenaje a la soledad»

Mimos, estatuas vivientes, transformistas y prostitutas fueron la inspiración del bailaor granadino, que ahora se encuentra «super-bien» aunque todavía no haya conseguido reprimir sus inclinaciones al «delirio». Con un hijo de pocas semanas y al borde de la treintena, pisa más fuerte que nunca. Y se encoge de hombros al recordar sus descalabros: «Con estas funciones, recuerdo la época que pasé 'loquito perdío' deambulando por la Rambla, empeñado en alargar una historia de amor sin futuro. Han pasado cinco años, pero tengo muy presentes a todas esas gentes que conocí en la calle. Cuando estrené 'Enramblao' en Barcelona, los senté en la fila de invitados.» Faltaban algunos, «porque la vida no concede siempre una segunda oportunidad».



Los supervivientes, sin embargo, no echaron de menos su presencia. Rafael los hizo revivir sobre las tablas con mucho arte: una fusión de flamenco, danza contemporánea, 'break dance' y 'tap dance', con música en directo de Flavio Rodrígues, Edith Salazar y Camarón de Pitta. «Además de grabaciones como 'Ne me quitte pas', el clásico de Brel en versión de Paloma Berganza, y 'De María a María... con sus dolores', de la gran María Jiménez». Al frente de veinte personas -bailarines, músicos y cantaoras-, toca más palos de los habituales. «Incluyo un 'corto' codirigido por Juan Estelrich y yo. Mi primera incursión en esto», aclara, ilusionado por volver a sus orígenes: el arte dramático y el cine.