Náufragos que bailan con las olas

Con el sonido de las olas y la isla Garraitz como telón de fondo, una decena de artistas de Francia, Bélgica, Portugal, Chequia y Cataluña, entre otros, transforma en danza contemporánea el universo poético del escritor de Iurreta Joseba Sarrionandia. Bajo la dirección general de Filgi Calverie y conducidos por Adriana Prous sobre una idea original de Imanol Agirre, los diez bailarines desembarcaron en la playa como un grupo de náufragos que buscan tierra firme. La nave se ha partido en dos y poco a poco comienza a hundirse.

Recrearon un universo mágico en el que no faltaron referencias directas al bombardeo de Gernika, uno de los momentos más intensos de la interpretación. «Hemos venido por curiosidad, pero la verdad es que se crea un ambiente especial que te atrapa y hasta te encoge el corazón», comentó una joven lekeitiarra.

Para los bailarines, al reto interpretativo se unió el esfuerzo físico que supone bailar sobre la arena. Guiados en escena por Josu Mujika, arrancaron en numerosas ocasiones el aplauso del público por su habilidad para mantener el equilibrio. «Es muy difícil quedarse completamente quieto en la arena, aunque permite que las caídas y los golpes sean más vistosos», indicaron los productores.

Casi al final, siete niños de Lekeitio, miembros del grupo de danzas de la agrupación cultural Karkabia, interpretaron como auténticos profesionales la búsqueda de sus seres queridos malheridos tras el bombardeo de la villa foral. Al igual que al principio del espectáculo, el mar y las olas se convirtieron en protagonistas de la despedida. Los bailarines regresaron a su universo mágico y se sumergieron en el agua del Cantábrico mientras portaban pequeñas luces blancas, que quedaron bailando con las olas como símbolo de paz y esperanza.