Mutildantza al estilo tradicional y mixto

Baztango Mutildantzariak trasladó sus bailes al jardín privado de Vergarenea

“Miró al soslayo, fuése y no hubo nada”, como escribe Miguel de Cervantes en su conocido soneto. En la anochecida del sábado, unos (Baztango Mutildantzariak) marcharon por su lado, buscaron y encontraron lugar privado donde se les acogió, otros (partidarios de Mutildantza mixta con el colectivo Plazara Dantzara) optaron por la plaza que su nombre reivindica, cada uno hizo lo que era de su gusto y deseos, y todo transcurrió sin problemas, discusiones, confrontaciones y en paz: Pax avant y amén, que quiere decir así sea.

Después de los desagradables incidentes de la noche anterior, Baztango Mutildantzariak recurrió a la utilización del jardín de Vergarenea, que les fue cedido por la pintora Ana Mari Marín, en aras de sin entrar en polémicas aportar un espacio privado en el que se bailó, de acuerdo con la costumbre (modificable para unos, meredora de mantenerse en su forma original para otros) al son del txistu de Hasier Biela y con Jaime Biguria al atabal. Decenas de espectadores se acercaron a presenciar el acto, y todo discurrió con la más absoluta tranquilidad y buen ánimo, y con cerca del medio centenar de mozos. Al tiempo, en la plaza de los Fueros (a menos de cien metros) se bailó otro Mutildantza mixto, tanto con hombres como con mujeres, y hubo idéntica alegría y satisfacción. Aviso para navegantes: Esta crónica y la de ayer son mentira pura y manipulación (aunque aquí se firma) y para saber la verdad léase Arranbela (donde nunca firma nadie), o sea la biblia en verso.

Baztango Mutildantzariak interpretó el típico baile baztandarra a la usanza original. (JUAN MARI ONDIKOL)