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Música barroca, pasos contemporáneos
El coreógrafo Jacek Przybylowicz ensaya con Dantzaz su pieza 'Few Brief Sequences'. El polaco asegura que «la iniciativa de Dantzaz está muy bien porque sirve de transición antes de ser profesionales»
Los integrantes de Dantzaz llevan tres semanas intensificando su trabajo y esforzándose algo más, si cabe. No todos los días se tiene la posibilidad de bailar bajo la atenta mirada del coreógrafo Jacek Przybylowicz (Varsovia, 1968). La presencia del director, desde hace un año, del Ballet del Gran Teatro de Poznan, con un repertorio construido sobre las bases de la formación de ballet clásico, es un hecho relevante dentro de la trayectoria de esta formación. Przybyowicz, que también tiene su propia compañía y además es director del festival de ballet que se organiza en esa ciudad polaca, es el responsable de la coreografía 'Few Brief Sequences', una de las tres que formarán el nuevo programa 'Kameleoiak' que Dantzaz, con sede en Arteleku presentará el próximo mayo en el Teatro Victoria Eugenia. Las otras dos son de un colaborador habitual, el israelí Itzik Galili.
Después de veinte días de impregnarse de las directrices de Przybylowicz ayer se atrevieron a mostrarlo. En la sala de ensayo de Arteleku sonaba la música del compositor barroco Marin Marais interpretada por Jordi Savall con el propósito de ofrecer «una perspectiva histórica a un espectáculo contemporáneo». Cuando el coreógrafo Przybylowicz recibió la invitación para dirigir una pieza con Dantzaz, optó por 'Few Brief Sequences', que ya ha presentado en otras cinco ocasiones con gran éxito.
Ayer explicaba que «en la estructura la pieza es la misma, pero los resultados son muy diferentes en cada ocasión porque dependen mucho de la personalidad de cada bailarín y cómo asimilen los pasos. La pieza no quiere contar una historia concreta sino que los sentimientos de los bailarines se unan en el escenario».
Adriana Pous, directora artística de la compañía, comentaba en una de las pausas que «es extremadamente minucioso, cuida el detalle una barbaridad. Los bailarines han aprendido mucho en estas tres semanas. Para ellos es muy importante trabajar con alguien de esta categoría. Se ha notado su evolución. Al principio estaban un tanto cohibidos, pero en los últimos días, en cada ensayo van incluso más allá de lo que se les pide».
Ante un reducido público el polaco daba constantes instrucciones ayer por la mañana. Buscaba en todo momento un movimiento fluido, sin que ningún golpe brusco rompiera la armonía que ponía la música de Marais.
Seis bailarines
La pieza está ideada para seis bailarines aunque en los ensayos participan los diez miembros de Dan-tzaz. Jacek Przybylowicz explicaba que «por un lado es necesario que todos conozcan los pasos por si hay alguna baja. Pero la razón principal de esta forma de trabajo es que quiero ver cómo funciona cada bailarín en los distintos puestos. Es una pieza donde la sensibilidad es muy importante y hay que ver cómo la transmiten cada uno. No vale con verlos una vez».
El Ballet del Gran Teatro de Poznan tiene una importante escuela para formar bailarines. Przybylowicz alaba la iniciativa de Dantzaz de ser una plataforma donde los jóvenes que han salido de la escuela pueden seguir formándose en una compañía con carácter profesional. «Salen más preparados. Les sirve de transición antes de ser contratados como profesionales. Cuando me presenté a la audición de la Kibbutz Contemporary Dance Company, donde trabajé muchos años, estaba yo solo. Ahora se presentan seiscientos bailarines», comentaba. También añadió que «Dantzaz es una compañía joven pero sus miembros responden como adultos». Preguntado sobre si se había fijado en algún bailarín para poder ficharlo el polaco señaló que sí «pero no voy a decir cuál».
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