El móvil es un apéndice humano. El ritmo es acelerado. No existe la opción de silenciar, ni la de frenar. La compañía InPut radiografía y critica, a través de la coreografía de la danza, el modelo de sociedad actual. Lo escenifica en su trabajo El arte de no ser, que se ha llevado el reconocimiento del Aula de Cultura de Getxo con la beca Juana Bizkarra, un empujón al sector cultural vasco facilitando un espacio, recursos y una dotación económica para la producción y montaje de espectáculos.

“La pieza aborda dos temas importantes, que no son novedosos, pero es que creo que cada vez vamos a peor. Quería reflejar con la danza y la performance la sobreestimulación en la que vivimos, el ritmo estresante, sin descanso. Después del covid ha sido aún mayor el golpe de querer volver a lo de antes: ¡Acción, acción, acción! No hay pausa. Diría que hay hasta miedo de parar. Y, por otro lado, está el apego al móvil , con lo que podemos hablar un poco de adicciones”. Son las palabras que traducen el baile o lo que la danza dice. Las pronuncia y las articula Aiala Etxegarai, directora de InPut. Su proyecto ha sido seleccionado en la segunda edición de la residencia artística Juana Bizkarra, por lo que lo mostrará al público el próximo sábado y el domingo, a las 19.00 horas, en la sala Arrigunaga de Muxikebarri. Además de las representaciones, se llevará a cabo un ensayo abierto mañana, a la misma hora. Para acudir tanto a este último como a las funciones, es necesario recoger invitación en Muxikebarri o en Romo Kultur Etxea.

“Apuesta por la cantera”

“El Ayuntamiento sigue apostando firme por nuestra cantera local y para poner en valor el trabajo de nuestras compañías”, ensalzó la alcaldesa getxotarra, Amaia Agirre, quien ayer miércoles apuntó que esta beca está dotada con 10.000 euros. En este sentido, InPut lleva desde 2012 danzando desde Algorta “poco a poco, pero con paso firme”, como admitió Etxegarai.

Por otro lado, la iniciativa Juana Bizkarra quiere acercar el proceso creativo a la ciudadanía getxotarra, con el fin de mejorar su conocimiento, experiencia y participación en la cultura. Por ello, al acabar las actuaciones de El arte de no ser habrá una charla abierta en la que el público podrá charlar e intercambiar opiniones sobre la pieza con las personas que integran este proyecto.