"Kukai tiene calidad y personalidad para hacer cosas espectaculares"

Cesc Gelabert / coreógrafo

El coreógrafo catalán ya conoce al detalle la euskal dantza, pues su espectáculo con Kukai Dan-tza Taldea parte de la danza tradicional vasca para dotar de un aire nuevo y más contemporáneo a la actuación.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Kukai?

-Son un instrumento peculiar. En mi opinión, Kukai es un grupo con mucha calidad; tienen capacidad de hacer cosas espectaculares pero, además, tienen una personalidad propia que los distingue de los demás. Y eso ocurre con todas las personas que conforman este proyecto, desde los bailarines, hasta el escultor Néstor Basterretxea, sin olvidar a los músicos, Sabin Bikandi y Xabier Erkizia.

¿Cuál ha sido su trabajo?

-Al tener ellos su propia personalidad, yo no he tenido que partir de cero. La mayor dificultad con la que me he encontrado ha sido conseguir refrescar la mirada al público, que ya ha visto a Kukai más de una vez, y para ello he hecho algo contemporáneo, para que el público vuelva a mirar con otros ojos las mismas cosas de siempre. De vez en cuando, también he dado un poco de mi personalidad a la obra en algún detalle, algún paso. También tengo una pequeña aportación que a lo mejor incorporo al espectáculo.

¿Y qué ha aprendido con ellos?

-Aprendo de cada cosa que hago: de las culturas, de los pueblos, de la gente. En el 2011 hice un espectáculo en Barcelona en el que participó mucha gente para la inauguración del Festival de Verano. Trataba sobre las sardanas. Para ello, estuve trabajando con antropólogos y otros expertos durante dos años. Ahora, he venido aquí y también he investigado sobre la cultura vasca. Curiosamente, los tempos de los siglos XIX y XX son muy parecidos a los de las sardanas. Por lo demás, creo que he aprendido más sobre el País Vasco ahora que en todas las visitas anteriores. Cuando por fin entras dentro de las cosas, empiezas a comprenderlas.

¿Qué opinión tiene sobre la danza tradicional vasca?

-Es de primerísima calidad porque tiene una riqueza enorme y ha bebido mucho y se ha relacionado mucho con las formas clásicas. La danza popular catalana, por ejemplo, aunque tenga mucha belleza y espíritu, tiene un repertorio mucho más limitado que la danza vasca, que además es más espectacular. La euskal dan-tza está al nivel de las yugoslavas, no llega quizá al nivel de las georgianas, pero está a un altísimo nivel.

¿Eso implica que sea más difícil de bailar por el público en general?

-Como se evidencia en este proyecto, tiene manifestaciones más sofisticadas y otras más populares. Por ejemplo, los jauziak (saltos) se están recuperando mucho hoy en día, en los encuentros la gente los baila para pasárselo bien. Hay grados diferentes. Nosotros intentamos darle una manifestación un poco más sofisticada, lo llevamos casi a la escena. Es lo que pasaba antes en las fiestas de los pueblos, cuando la gente joven mostraba sus habilidades y se esmeraba mucho más en la fiesta mayor o el día de su boda, por ejemplo.

¿Volverá a trabajar con Kukai?

-Hombre claro, me encantaría. Ahora es mejor que descansen un poco de mí, pero en un futuro estaría encantado de volver.

Cesc Gelabert, a la izquierda, junto a Jon Maya, director del proyecto.