Iñudes y Artzaias pararon el tráfico

Alkartasuna recuperó, junto a decenas de vecinos, el tradicional desfile que tomó la antigua N-I

Las parejas de nodrizas y pastores se concentraban minutos antes de las 12.30 en las inmediaciones de Luzuriaga para dar inicio a su actuación. Abría la marcha otra pareja, pero de altura, la formada por los gigantes que representan a una iñude y un mikelete. Ambos bailaban sin apenas tregua al son de los txistularis de Itsas Mendi. Tras ellos, llegaban las bateleras. Las jóvenes refrescaban, con ayuda de trapos y el agua que portaban en cubos, a los espectadores que seguían el desfile bajo el sol.

Más solemne era el caminar del alcalde y su mujer, el de las doncellas y el de otros señores de alta alcurnia. El arzobispo, acompañado en todo momento del cura y sus fieles monaguillos, repartió bendiciones a diestro y siniestro, deteniéndose sólo en la tarea para que los feligreses besaran su anillo.

Serio en su cometido, el mikelete no cesaba de poner multas para frenar las crecientes infracciones de la ley que se cometen en días de desenfreno como los de los Sanfermines. Entre los delitos más graves que no pasó por alto, destacaba el de «llevar el tanga begi-bistan» y el de hacer «pixa parez kontra». Las multas, avisaba, «se pueden reclamar si es de fundamento».

No faltaron rataplanes. Los de los más txikis y también los de los veteranos. Unos y otros vistieron de blanco y rojo las calles en su desfilar. Primero, por la calle Hamarretxeta. Más tarde, tomando la antigua N-I para detener el tráfico rodado durante varios minutos. Fue, sin duda, el momento cumbre de la jornada.

La comitiva regresaba de vuelta al centro urbano de Antxo a través de Eskalantegi, para desembocar, poro después, en la Alameda. Gure Zumardia se convirtió en escenario de las escenas finales que protagonizan iñudes y artzaias. Los bebés visitaron al doctor y a los cirujanos txikis, mientras las enfermeras mantenían conversaciones en las que hablaban del copago. Los pastores, por su parte, rindieron pleitesía ante el clero, que aguantaba las altas temperaturas bajo ropajes más propios del invierno.

Ante la mirada de centenares de personas, la representación tocaba a su fin, no sin antes llevarse el aplauso del público. Los Sanfermines se disponen a vivir hoy, domingo, su día grande con nuevas propuestas. Desde la salida de la Peña Saltseroak, que nombrará Salsero de Honor a Basari; a la misa mayor en la parroquia, con el coro de Pasai Antxo; pasando por la regata de bateles y la tamborrada infantil

Solidaridad con Ander

Ante los hechos producidos la madrugada del pasado viernes, la Comisión de Fiestas de Antxo hacía pública una nota en la que manifestaba que «las fiestas son para divertirse; para disfrutarlas desde la igualdad y desde el respeto». «No entendemos, ni queremos entender, que haya alguien que quiera arruinarlas. No concebimos este tipo de comportamientos y actitudes», añadía.

Para finalizar, los miembros de la Comisión de Fiestas mostraban su «total apoyo y solidaridad» a Ander, que continúa hospitalizado, y a su familia.