Humor para el final

 

Ahora han llevado esa misma base al mundo del musical, aunque los tiempos cambian una barbaridad y los espectadores lanzan sus ideas por sms. Trabajan con unas plantillas a las que van incorporando rápidamente las propuestas del público y vuelven a conseguir que la diversión sea general aunque esta vez se le vea algo más las costuras al producto y se eche en falta un poco de inversión extra en el decorado. Los actores-cantantes demostraron saber hacer, consiguiendo algunos momentos de gran comicidad.

dFeria finalizó ayer con los Chicos Mambo, una compañía francesa que ya visitó varias veces la ciudad hace años, también con éste espectáculo en su primera versión. Son bailarines con clase en un espectáculo que intenta ofrecer el lado más desenfadado de la propia danza. El principal valor de la obra es el humor y por eso en esta ocasión la noche no resultó del todo afortunada. Quizás por el gran retraso con el que comenzó, debido a problemas técnicos, hizo que no salieran a escena en las mejores condiciones. Quizás porque los intérpretes han cambiado, lo cierto es que la mezcla de baile y comicidad surgió sólo en algunos momentos. Esta vez fue medio y cuarto de Méli Mélo.