"Hemos logrado que en muchos pueblos se recupere el gusto por la danza"

Diez años. Casi nada.

Parece mentira. Quién nos iba a decir que diez años después continuaríamos sobre los escenarios.

¿Un sueño?

Un sueño, una locura... una ilusión.

Contento, supongo.

Por supuesto. El baile comenzó siendo una pasión, ahora es una profesión.

Quiso innovar y lo consiguió.

Bueno, todavía seguimos aprendiendo. Nuestro objetivo siempre ha sido buscar nuevas vías en el mundo de la danza y creo que lo hemos conseguido.

Hay quien no lo entiende.

Hay quien jamás ha ido a ver un espectáculo nuestro. Sin verlo no se puede opinar.

¿Le molestan las críticas?

Las críticas me molestaban al principio, pero ahora ya no. Lo que hacemos gusta. Tenemos un público que nos sigue. Sabemos que el mañana el Victoria Eugenia estará lleno. No sólo por familiares y amigos, sino por muchos apasionados de la danza que disfrutan con lo que hacemos. Cada uno tiene que escoger el camino que le gusta. No hago caso a las críticas destructivas.

¿Orgulloso?

Sí (con rotundidad). Gracias a la introducción de elementos nuevos hemos logrado que en muchos pueblos se recupere el gusto por la danza y hemos ayudado a que la vean con otros ojos. Hoy podemos decir que estamos orgullosos de haber sido pioneros en este nuevo camino y de conseguir que nos contraten en espectáculos contemporáneos.

El Victoria Eugenia. Vaya escenario para celebrar su aniversario.

Un escenario excepcional, sin duda.

'Sutargi', el primer montaje tuvo una gran repercusión. ¿A qué se debe tanto éxito?

La gente necesita ver nuevos montajes. Estamos cansados de ver siempre lo mismo. El éxito que tuvo Sutargi nos sorprendió incluso a nosotros. No lo esperábamos. Llegamos a hacer 400 actuaciones...

¿Se cansó de bailar aurreskus y fandangos?

No es que me cansara, pero necesitaba buscar nuevas técnicas. Empecé bailando fandango y arin-arin tal como aprendí en mi pueblo, pero con el tiempo se va innovando. Me di cuenta que no avanzaba en el baile. Después de haber sido campeón de aurresku en Gipuzkoa en tres años consecutivos y de haber logrado diferentes premios necesitaba aprender nuevas coreografías.

¿Le costó abrirse camino?

Mucho, pero con constancia y mucho trabajo lo fui consiguiendo poco a poco. De aquel túnel oscuro que existía en un principio fui saliendo y viendo las luces.

¿Con ganas para otros diez años más?

Uf. Con ganas de retirarme porque ya va siendo hora.

Pero sigue siendo joven...

Sí, pero no para bailar. Llevo muchos años y se nota. No tienes la misma agilidad que cuando tienes 20 años.

La experiencia es un grado.

Ah, eso sí, y en el escenario del Victoria Eugenia lo daré todo.

Hay que animar a los nuevos dantzaris.

En ello andamos. Hay que buscar jóvenes y crear una base para dar continuidad a Aukeran.

El bailarín Edu Muruamendiaraz en el espectáculo 'Bideak'. Foto: Aukeran