Fantasia multicolor

Crítica, Aracaladanza

Para esta creación Enrique Cabrera propone materiales reciclables como papeles de periódicos y bolsas de basura que adquieren un gran protagonismo y desarrollo en la obra, así como elementos más poéticos o cotidianos que le sirven de punto de partida para dejar volar la danza y la imaginación. Se apoya en un leguaje coreográfico nada rebuscado en el que el espectador puede percibir el placer del puro movimiento y mantiene la mínima acción dramática que cohesiona con acierto las distintas escenas. Consigue una danza orgánica, sencilla, cercana y significativa interpretada con frescura y rigor por cinco excelentes bailarinas que además participan en la coreografía.

Pequeños hombrecillos de papel, enormes burbujas o fantásticos pájaros gigantes pueblan un escenario de fantasía multicolor en el que la pieza transcurre con deliciosa fluidez y consigue momentos de especial intensidad.

La iluminación, el vestuario y la música confluyen en sintonía y con solvencia en el cierre de esta recomendable obra.