Entre el jolgorio y la devoción

EL último día de San Fermín Txikito estuvo repleto de actos para todos los gustos, pero sobre todo de actividades inmersas en la tradición pamplonesa. Entre ellas, la procesión, que congregó a miles de personas que vieron pasar a San Fermín de Aldapa con gran devoción.

La tercera jornada festiva comenzó desde muy temprano en el Casco Antiguo de la ciudad. Los más madrugadores fueron los que se acercaron a beber el caldico a la peña Irrintzi, y los fieles, que a pesar de haber asistido al desfile de la Comparsa del sábado, una vez más no se quisieron perder la ocasión de acompañarles desde la plaza Consistorial. Desde las 11.00 horas, los Gigantes y Cabezudos amenizaron a los vecinos para llegar hasta la basílica de San Fermín de Aldapa, donde poco después comenzó la tradicional procesión.

Asimismo, la Comisión de fiestas del Casco Viejo dio la oportunidad a los artesanos del barrio de exponer sus productos. Cinco puestos se instalaron desde muy temprano en el Auzogune (plaza Compañía). Entre los productos vendidos cabe destacar pinturas, mieles, talos y abalorios. Asimismo, se instaló un puesto de la ONG OCSI, que ofreció desde infusiones, hasta libros de la editorial Txalaparta. Según Cristina Bera, miembro de la organización, se ocupan entre otras cosas "de promover el comercio justo y concienciar sobre la economía solidaria".

Mientras tanto, centenares de vecinos del Casco Antiguo se acercaron hasta el mercado de Santo Domingo para disfrutar de la chistorrada ofrecida por los propios comerciantes. Tras una larga espera y muchos empujones, los vecinos pudieron disfrutar de entre 130 y 150 kilos de chistorra. "Empezamos hace diez años en la plaza del exterior con 25 kilos y poco a poco hemos ido a más. Este acto nació por amor al arte y sobre todo por apoyar al barrio", indicó Jesús Fernández, comerciante del mercado de Santo Domingo.

la procesión A las 11.30 horas, tuvo lugar la misa en la basílica de San Fermín de Aldapa con la participación del coro Voces Graves de Pamplona. En la puerta, centenares de pamploneses, entre nervios y expectación, esperaron para el comienzo de la procesión, y sobre todo muchos esperaron para contemplar al santo. Entre ellos, los dantzaris municipales del grupo Duguna, que se prepararon para dar la bienvenida al patrón. En cuanto se abrió la puerta de la basílica para acoger al santo, los dan-tzaris municipales deleitaron al público y a San Fermín de Aldapa con la tradicional Danza de Espadas o Ezpata-Dantza. "Me emociono mucho al verlo y siento mucho reconocimiento y fe", señaló Pruden García, asistente al acto.

Posteriormente, comenzó la procesión y fue presidida por la Comparsa, los dantzaris municipales, San Fermín de Aldapa y La Pamplonesa. A todos ellos, se sumaron miles de pamploneses que se acercaron a las calles para contemplar a los participantes. Muchos de ellos tuvieron que alzar a sus hijos en los hombros para que éstos pudieran contemplar a sus queridos gigantes.

nuevo homenaje a la comparsa Mientras que la Comparsa y los demás recorrían las calles del Casco Antiguo bajo la atenta mirada de miles de personas, el Festival de Jotas se preparó en la plaza Navarrería y San José para deleitar a los que se acercaron minutos antes para coger sitio. La plaza San José recibió al grupo de jotas Gracia Navarra junto a La Rondalla Ecos de Arga, que animaron el lugar con jotas como Verano en Navarra o Siento el calor en mi patria.

Sobre las 13.30, la Comparsa hizo su aparición para recibir el homenaje organizado por el Ayuntamiento. Los miembros de la Comparsa regalaron globos con la cara de los personajes, y el grupo Gracia Navarra les homenajeo con una jota especial compuesta por la poetisa María Antonia Morales. "Hemos querido homenajear el trabajo de los que han conseguido llevar la alegría a los rincones de Pamplona", comentó la jotera Elena Leache.

Los Sanfermines Txikitos se despidieron hasta el año que viene con una tarde también cargada de actividades. Entre ellas, el karaoke o el tercer encierro infantil organizado por la Comisión de fiestas del Casco Viejo.

Los dantzaris municipales bailaron ante el santo la tradicional danza. (JAVIER BERGASA)