El 'Manifiesto por la Danza Vasca' pide la creación de un centro de documentación

 

El documento se titula 'Manifiesto por la Danza Vasca' y ha conseguido muchas adhesiones, tras conversaciones a lo largo de estos dos últimos meses. En la elaboración del texto han tomado parte 160 personas, que son miembros de grupos de danza, de formaciones musicales y de asociaciones relacionadas con el folklore y las danzas tradicionales vascas. El principal impulsor ha sido el grupo de danza Kezka, de Eibar, que está coordinado por el inquieto Oier Araolaza.

Han participado en el proceso de elaboración del manifiesto personas de las siete provincias vascas, y los impulsores han invitado también a personas relacionadas con la música. La asociación de más solera, Euskal Dantzarien Biltzarra, será una de las firmantes.

El manifiesto proclama que «es apremiante tomar medidas que aseguren el conocimiento, la transmisión y la preservación de la danza tradicional», para lo cual son necesarios, entre otras cosas, «un centro público de documentación de danza, que recoja el patrimonio coreográfico que desaparece día a día, y que de esta forma, ofrezca la posibilidad de enseñarlo y transmitirlo a las siguientes generaciones». También se pide «estructurar y fortalecer la formación en danza tradicional», y con ese fin ven necesario «poner en marcha un centro que ofrezca la posibilidad de formarse y profundizar en estudios sobre danza tradicional vasca». El manifiesto propugna asimismo «sistematizar la investigación en danza tradicional, y reorganizar una red de investigadores con la participación activa de las asociaciones, entidades y universidades implicadas en dinámicas de investigación».

El documento arranca con esta declaración de principios: «La danza tradicional vasca constituye un rico patrimonio que merece ser protegido, un lenguaje de comunicación, fuente de placer, herramienta de socialización y símbolo identitario. Es nuestra responsabilidad proteger y difundir esta fértil actividad cultural, profundizar en su conocimiento y aprendizaje, y asegurar su transmisión».

Danza simbólica

Los impulsores han denominado a la soka-dantza del sábado como «La danza del día después, de la paz y de la convivencia». Y han relacionado el acto con los 75 años de los bombardeos del bando franquista contra varias poblaciones vascas.

La soka-dantza tiene una fuerza simbólica especial, pues, en sus diferentes versiones, congrega a autoridades, ciudadanos de a pie, baserritarras de determinados barrios, mujeres... y en otros casos gentes de todas las edades. Es un gran símbolo de fraternidad y de voluntad de acción conjunta.

Hay bastantes municipios vascos en los que, en las fiestas patronales, la soka-dantza de autoridades es uno de los actos fijos del programa.