El homenaje de Nacho Duato a Bach cerrará el Dantzaldia 2004

El certamen de danza bilbaíno se abre mañana con los británicos Random Dance

La compañía británica, fundada por Wayne McGregor en 1992, se ha convertido en punto de referencia del baile moderno por su acercamiento radical a nuevas tecnologías, incorporando animación, vídeo digital, arquitectura 3D, sonido electrónico, bailarines virtuales y estética futurista.



El espectáculo, bautizado como Wayne Mcgregor Triple Bill consta de tres números e incluye las coreografías Nemesis (2002), pieza donde mezclan vídeo y animación para explorar la relación entre cuerpo, imagen y máquina, y Polar Sequences 3, donde su inspirador ha sido capaz de combinar, para crear la atmósfera del número, músicas tan dispares como Henry Purcell y Marilyn Manson. Entre su futuros proyectos se incluyen una coreografía para la Warner Bros y para la cuarta entrega de Harry Potter.



El Dantzaldia 2004 ofrecerá hasta mediados de diciembre otros tres montajes: el 14 de noviembre llegará el espectáculo De farra, a cargo de la compañía Enclave. Con dirección artística del catalán Roberto Oliván, el número presenta el cuadro de una fiesta en plena calle, con personajes típicos, borrachos, parejas y ladrones concebidos desde una visión «mediterránea de la diversión que hace hincapié en la idea de encuentro», explica Oliván.



Estreno flamenco



El día 21 se pondrá en escena el tercer montaje en calidad de estreno absoluto: Se enciende el alma, de los sevillanos Rafael y Adela Campallo, recorrido por los palos más significativos del flamenco que la pareja ha representado en el Metropolitan y el Festival de Tel Aviv y donde interviene el cantaor David Lagos, una de las revelaciones de la temporada.



La Compañía Nacional de Danza que dirige Nacho Duato clausurará el certamen los días 11 y 12 de diciembre con Multiplicidad: formas de silencio y vacío, un homenaje dividido en dos partes, al compositor Johann Sebastian Bach «entre el collage musical y los números introspectivos» que fue estrenado en 1999 en Weimar y creado por Duato a raíz de un encargo de la ciudad alemana al popular bailarín. La escenografía corre a cargo del arquitecto iraquí Jaffar Chalabi.