El embrujo de las sombras

La Bayadera. La obra original, con coreografía de Marius Petipa y música de Ludwig Minkus, fue estrenada en San Petersburgo, el 23 de enero de 1877. De los tres actos actuales, la escena que más ha trascendido a la memoria colectiva de los balletómanos es el denominado Reino de las sombras, del acto segundo. En él, 32 bailarinas -o 24, según versiones-, que interpretan las almas errantes de las bayaderas -bailarinas religiosas-, desfilan en procesión, realizando uniformes y sucesivos arabesques penchés, descendiendo desde una rampa de dos metros de alto. La versión que llega al Kursaal es la realizada por la bailarina rusa Natalia Makarova para el American Ballet Theatre, en 1980, con una duración aproximada de tres horas. Si algo caracteriza a La Bayadera es que se trata de un ballet de cuerpo de baile, en el que el máximo reto consiste en no hallar ninguna mácula a la pléyade de sombras. Cuestión aparte es la necesaria conjunción de brillantez en el trío de protagonistas: la traicionada Nikiya, el coraje del valeroso Solor y la pérfida Gamzatti. A destacar también la corta pero intensa variación del Ídolo de Bronce.