El director del Bolshói dice que sabe quién ordenó su agresión

El artista ruso ofreció el domingo una entrevista al canal británico BBC, en la que dijo saber quién está detrás de la agresión. «No son únicamente sospechas, estoy absolutamente seguro de saber quién ha hecho esto», afirmó. Pero Filin, que insiste en que los culpables están vinculados a su entorno profesional, no quiso dar nombres, ya que «serán los investigadores quienes determinen en qué momento se pueden dar a conocer».

Filin se declaró también «pletórico de fuerza y sano», aunque admitió que ha perdido visión. «No veo con plena nitidez», reconoció. El ojo derecho fue el que más sufrió, ya que desde ese lado le fue arrojado el ácido, pero confiaba en recuperar la visión del izquierdo a niveles aceptables. A juicio del oftalmólogo Vladímir Neróyev, «Filin ve bastante bien si tenemos en cuenta la naturaleza del traumatismo sufrido». El portavoz del Ministerio de Sanidad ruso, Oleg Salagái, advirtió el domingo que «la rehabilitación puede ser bastante larga».

Mientras la bailarina Galina Stepanenko ha sido nombrada sustituta interina de Filin, la Policía continúa las investigaciones sin facilitar ningún detalle. Ha interrogado a varios miembros de la compañía del teatro, entre ellos al bailarín Nikolái Tsiskaridze, que mantenía serías diferencias con Filin. Los investigadores querían haber aplicado a Tsiskaridze el polígrafo, pero éste no aceptó, amparándose en que la ley rusa no obliga a ello de forma explícita. Tsiskaridze tampoco tiene muy buenas relaciones con el director general del Bolshói, Anatoli Iksánov, desde que salió en defensa de la ex primera bailarina, Anastasia Volochkova. Filin se ha negado a hacer ningún comentario en relación con Tsiskaridze, pero Iksánov no descarta que haya podido «si no perpetrar el ataque, sí caldear los ánimos para que alguien lo haga».

La guerra por los papeles de mayor protagonismo en las obras ha enrarecido siempre el ambiente en el teatro moscovita. Su portavoz, Ekaterina Nóvikova, sostiene que no sólo Filin, sino también sus predecesores habían recibido amenazas frecuentemente. Las intimidaciones fueron la causa de que otra bailarina famosa del Bolshói, Svetlana Lúnkina, se encuentre en Canadá y tema regresar a Rusia. Al parecer, Filin dijo en una ocasión que Lúnkina «jamás volverá a bailar aquí».

Filin bailó desde 1998 en el Bolshói, al que regresó como director artístico en 2011. Sustituía a Yuri Burlaka frente a otro candidato, Guennadi Yanin, que fue descartado después de que alguien publicara en Internet fotografías suyas de contenido pornográfico. El Bolshói se ha visto frecuentemente salpicado por escándalos y la labor de Filin ha sido criticada por algunos artistas. Los bailarines Iván Vasiliev y Natalia Osípova abandonaron el teatro en protesta por el repertorio y estilo del director artístico.