'Carmen' según Gades, baile nada más

Baluarte acogerá el domingo y el lunes sendas funciones de esta obra universal. Stella Arauzo encabeza un elenco de veinte bailarines que reeditarán cada paso ideado por el genial maestro

Impulsada por la Fundación Antonio Gades, la compañía homónima es la legítima heredera de una caudal creativo único que "no debe perderse". Así lo explica María Esteve, hija del bailarín y de Pepa Flores y responsable de eternizar el trabajo de su padre. En este sentido, la fundación se ha propuesto montar los tres espectáculos más emblemáticos del artista: Bodas de Sangre , Suite Flamenca y Carmen . Este último es, a juicio de Ignacio Aranaz, programador de Baluarte, "su trabajo más cuajado, el que mejor recoge las virtudes y el estilo de Gades". Un estilo que se basaba, y se sigue basando, en acudir a la esencia del arte, despojando la escena de todo lo accesorio. "Comenzó en una época en la que el escenario se llenaba de oropeles y adornos y él quiso cambiar todo eso, porque le parecía que había que eliminar todo aquello que escondiese la danza; buscaba la honestidad y la esencia", afirma Aranaz.

Esa seña de identidad es lo que pretende perpetuar la Compañía Antonio Gades, que en Carmen respeta pasos, trajes, escenografía y hasta el diseño de iluminación originales. "Él era un amante de la literatura y el arte", dice Esteve, y eso se ve en sus creaciones, siempre ubicadas en un fondo negro con apenas unas cuantas sillas y mesas, pero con una iluminación que cae sobre los bailarines componiendo escenas que parecen recién salidas de un cuadro. "Todas sus obras tienen un componente teatral y dramático muy importante", dice la actriz.

Pero, quizá, uno de los mayores valores de la reedición de esta propuesta sea la presencia de Stella Arauzo, dando vida a Carmen una vez más y como hiciera durante 17 años junto al maestro. "Pensamos que era la mejor para volver a bailar a este personaje tal y como la pensó Antonio", cuenta María, que alaba también el trabajo que desempeña el resto del elenco, en el que destacan Adrián Galia, como don José; Antonio Hidalgo, en el papel del torero, y Joaquín Mulero, el marido.