Cal y arena

Crítica danza

Con ochenta minutos de duración, el espectáculo se compuso de cuatro piezas de diverso calado, gracias a las que se pudo observar la labor de trampolín de esta formación cuyos componentes cuentan entre 18 y 22 años. La otrora bailarina de Dantzaz, Sophie Antoine, firmó 'Dis-Connected', una obra autobiográfica y coral sobre el desconocimiento inicial de los miembros de un ballet. Más heterodoxa resultó 'Smoke rings', refrescante pieza de Hilde Koch, amalgama de muchas influencias. Eric Gauthier ofreció una visión humorística de las posiciones y los pasos del arte de Terpsícore en 'Ballet 101', un solo construido como una pieza de puzzle. La coreógrafa y bailarina donostiarra Jone San Martín presentó 'Gorputitz', muy deudora en estilo y estética de su mentor William Forsythe. Deberes hechos. La segunda propuesta de la tarde fue 'Black diamond' de la creadora polaca Helena Golab. La obra contiene mucho de negritud y poco de diamante en sus cuarenta y cinco minutos de duración. Sobre el papel, trata del símil entre la extracción del carbón de una mina y la obtención del movimiento desde la memoria. En realidad, un conjunto disociado de escenas, a partir de la desestructuración del movimiento y la búsqueda de sus extremos, con torsiones imposibles y articulaciones llevadas al límite. Luego, aderezado con algunos toques de danza en una discoteca, un cabaret, etcétera. Gato por liebre. Cal y arena para la inauguración.