Acción multidisciplinar en la cancha del frontón

El tradicional escenario es sustituido por el frontón de Hondarribia. «El partido musical es absolutamente creíble, desde el punto de vista de la pelota», señala el pelotari donostiarra Mikel Egiguren, que reveló la ilusión suya y la de su colega Imanol López por participar en este proyecto. Ninguno de los cuatro bailarines han jugado nunca a pelota, - «bueno, yo de txiki, un poco, en la ikastola», rectifica el hondarribitarra Eneko Alcaraz-. «Los pelotaris nos transmitieron la importancia de una técnica rigurosa en la pelota», añade el aiarra Eneko Balerdi. «Otra parte importante es la estética. No se trata sólo de dirigir la pelota. También nos insistían mucho en el tema del 'juego limpio'», recalca Alcaraz. De las semanas de trabajo del grupo de bailarines, «destacaría la forma diferente de bailar que tenemos cada uno», subraya el donostiarra Aiert Beobide; «la energía individual de cada uno», apunta el bilbaíno Jorge Lastra; «ser distintos es una cualidad de este espectáculo», apostilla Balerdi. Hasta hace cuatro días no han podido ver el resultado completo. «Será una sorpresa ver cómo reacciona el público», aseguran.