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1.400 dantzaris eran testigos del ascenso del Arrate en Untzaga
SUCEDIÓ EN LA COMARCA DEL DEBA EN... 1972
«Desde casi la madrugada Eibar se convirtió en un revoltijo multicolor», recogía el artículo publicado en El Correo, donde se aludía a «una oleada de grupos folclóricos y niños ataviados con el traje típico del país que invadió la villa». Los 22 grupos esperados terminaron siendo 24, por la incorporación a última hora de dos procedentes de Deba. Amaña, Ipurúa, Urkizu y la Plaza de Untzaga registraban ya por la mañana la mayor animación, aunque el festejo también abarcaba los barrios, con la organización de juegos infantiles y el reparto de una lluvia de caramelos.
A mediodía las sociedades gastronómicas colaboraron para sentar a la mesa a los invitados, aunque algunas de ellas se quedaron pequeñas ante tanto comensal. Por la tarde, en la plaza de Untzaga, se vivió un ambiente popular, con el alarde y la actuación de grupos autóctonos.
A pocos metros de allí el Arrate hacía historia, al vencer al Dominicos de Valencia por 20-10 y encauzar un esperado ascenso a Primera División Nacional que se consumó cuando la semana siguiente los eibarreses también ganaron -entonces 17-25, con Aristi (7 goles) como hombre más destacado- en Paterna. El ambiente de la peculiar cancha de cemento donde el club eibarrés se veía obligada a jugar sus partidos, por la ausencia de un recinto habilitado para ello, fue excepcional, ya que por una vez se acotó la plazoleta y se colocaron sillas, a fin de recaudar dinero para los desplazamientos del equipo en aquella fase. Al calor del público se sumó el jolgorio orquestado por la más popular txaranga de Ondarroa.
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